El 86% de los españoles afirma separar en su hogar algún tipo de residuo, según un reciente estudio de Ecoembes sobre hábitos y actitudes ante el reciclaje y la separación de residuos en los hogares. Una cosa es lo que decimos en las encuestas y, otra muy distinta, lo que hacemos en realidad, cuando creemos que nadie nos ve… La entrada en vigor de policías del reciclaje en ciudades como Madrid impulsará el espíritu verde, aunque sólo sea para evitar las multas. Nosotros pensamos que se le puede dar una vuelta de tuerca a esta idea. ¿Por qué no montar una empresa que recoja a domicilio los residuos?
A domicilio
Se nos ha ocurrido montar un negocio que facilite a las comunidades de vecinos eliminar todos los residuos susceptibles de ser reciclados a domicilio: papel, cartón, plástico, aceite vegetal, residuos eléctricos y electrónicos. La idea sería recogerlos a domicilio y sacar dinero a aquellos productos susceptibles de venderse y no acabar en un vertedero. Con un doble argumento de ventas: por un lado, eludir una posible multa –siempre hay vecinos poco cuidadosos– y, por otro, la posibilidad de vender algunos de los productos eléctricos y electrónicos a los que todavía les quede una vida útil, sacarle rentabilidad e incluso ganar dinero deshaciéndose del aceite doméstico con el que se cocina –que se puede convertir en biodiésel–. El dinero iría directamente a las cuentas de la comunidad de vecinos… y podría solucionar alguna que otra derrama.
ESTUDIO DE MERCADO
El crecimiento del hábito de separar los residuos en los hogares españoles pasó de un 73% en 2006 al 86% en 2007, según Ecoembes. También subió del 24% al 60% “la percepción de que son los propios ciudadanos los principales responsables en la separación de envases”, ocupando el segundo lugar en la escala de responsabilidad, tras los ayuntamientos que son vistos por el 84% de los ciudadanos españoles como “los principales responsables de la separación de envases ligeros”.
Este estudio también señala que el 51% de los encuestados apunta al cambio climático como responsable de su cambio de opinión, seguido de los que opinan que el incremento se debe a que ha habido más campañas de publicidad y concienciación.