Ángel Bondia, Isabel Velasco y Laura D’Accardi llegaron a Madrid con la lección aprendida de Zaragoza: hay que tener un foco y no querer abarcarlo todo. IkiOra tiene su origen en la capital aragonesa donde, por motivos de raigambre, se instalaron como una empresa de logística de entrega a domicilio de artículos para el hogar y la decoración en un modelo de ecommerce vertical. Ofrecían alojamiento en su web a los pequeños comercios locales y ellos mismos hacían el reparto. La experiencia les sirvió para testar el modelo de negocio pero no funcionó.
Así que decidieron instalarse en Madrid y empezar de nuevo. Primero dejaron de ser un mero agregador de empresas locales de cualquier categoría y, segundo, acotaron el terreno por distritos y se centraron en la distribución exclusiva de productos de alimentación y bebidas de modo ultrarrápido.
El cliente en pijama
Les resulta complicado definir el target porque en realidad la única característica que comparten sus clientes es “la de recibirnos en pijama”. Realizan entre 25 y 30 repartos diarios que se concentran mayoritariamente entre las 19.30 h y las 23.30 h y los fines de semana. El compromiso es hacer la entrega en una hora aunque se esfuerzan por acortar plazos. Al cliente se le ofrece la posibilidad de seleccionar entre los establecimientos añadidos a la web de ikiOra, realizar ellos mismos el pedido y solicitar solo el traslado o la opción de “pídenos lo que quieras” .
Vías de ingreso
Al coste del pedido el cliente deberá añadir una tarifa de 5 € por la entrega. IkiOra recibe también comisión de los establecimientos asociados y los runner que es como llaman a los repartidores. En poco tiempo lograron un crecimiento, en cuanto a pedidos y facturación, del 100% intermensual que luego descendió hasta establecerse en un 40% de crecimiento sostenido. El ratio en conversión de ventas desde la web supera el 4% y confían en cerrar el año 2015 con una facturación de 600.000 euros.
Profesionalizar la logística
Las entregas las efectúa un equipo de 10 repartidores que se desplazan en furgoneta, moto o bicicleta. Para ellos acaban de desarrollar una aplicación que les posibilita optimizar las rutas. Profesionalizar la logística y unificar la imagen corporativa es el siguiente reto que se ha marcado IkiOra. Para ello acudirán a una segunda ronda de inversión. La primera la acometieron en enero de 2014 siendo liderada por DaD, la aceleradora de Rodolfo Carpintier, y en la que también participaron Alantis Seed Capital y Enisa, dependiente del Ministerio de Industria y otros inversores privados. Sumaron los 25.000 € de su patrimonio hasta reunir 160.000 euros que repartieron en gastos de “tecnología, marketing y otras operaciones”.
Una vez consolidados en el mercado madrileño la idea es extender el negocio a otras capitales españolas. La internacionalización es la baza que se reservan para 2016.