Alfredo Pina, que trabajaba en una empresa constructora como director de obra gestionando, entre otras, construcciones vinculadas al sector de la seguridad, y David Sacristán, que era coordinador de proyectos en planes de inversiones de la Comunidad de Madrid, habían leído varias noticias en los medios de comunicación sobre la escasez de oferta de cajas de alquiler en las entidades bancarias y el aumento de la demanda de este producto.
Estudio exhaustivo de mercado
“Profundizamos en el tema y realizamos un exhaustivo estudio de mercado. Comprobamos la dificultad que había para que los bancos permitieran la concesión de ese producto. El primer requisito es ser un cliente preferente de la entidad, lo que por otra parte tampoco te asegura que tu petición sea concedida. Nos dimos cuenta que no era nada fácil conseguirlas y que suelen ser habituales las listas de espera, como también es habitual el que la concesión de la caja vaya asociada a la contratación de otros productos bancarios (seguros, tarjetas…)”, recuerdan estos emprendedores, que continuaron investigando. El siguiente paso fue dirigirse a distintas Administraciones públicas y comprobar que no existía legislación que prohibiera desarrollar esta actividad desvinculada de los bancos. Así fue. Y dicidieron abrir en Madrid su primera sucursal de cajas de seguridad privada independiente de cualquier banco.
Principales retos
Los principales escollos fueron encontrar un local que se adecuase a sus exigencias de seguridad y la financiación, que consiguieron a través de Avalmadrid e inversión privada. En cuanto a la seguridad, “nos propusimos superar las exigencias que en materia de seguridad privada establece la última normativa a los bancos que dan estos servicios. Ofrecemos una amplia cobertura en el seguro, un estricto control de acceso a la cámara acorazada, así como un horario de atención al público más amplio”.
La inversión fue cercana a medio millón de euros
Web: www.grupoinviam.com