En la última planta del madrileño mercado de Chamberí hace unos años había 2.500 metros cuadrados vacíos. Ahora está el moderno gimnasio Maná, con piscina y una oferta de hasta 25 actividades deportivas.
El Plan de Dinamización de los Mercados de Distrito de 2004 puso a este emprendedor en la pista de montar un negocio que ayudara a revitalizar el centro comercial y que fuera un polo de atracción de clientes de perfiles diferentes. “El gimnasio nos pareció que captaría a un público heterogéneo: jóvenes, trabajadores de la zona, mayores, padres y niños. Además, serviría para dotar al distrito de instalaciones deportivas, ya que es el que menos tiene por habitante al ser un barrio consolidado, con pocos espacios disponibles de estas dimensiones”, comenta Gerardo López de Carrión.
La concesión administrativa de 20 años mantendrá al gimnasio Maná enganchado al mercado. Su dueño quiere poner en marcha estrategias innovadoras, como intercambiarse clientes con los puestos. “Queremos vender salud integral, en el mercado y en el gimnasio. Ponte en forma mientras te hacemos la compra es la idea central alrededor de la cual desarrollaremos algunas iniciativas. Ya hemos hablado con los comerciantes para que adapten su oferta a los gustos actuales”, explica. Esta original fórmula consiste en que los clientes entregan su lista de la compra y a la salida del gimnasio recogen los pedidos en una zona con cámaras frigoríficas, que ya están habilitando. “Los comerciantes están encantados con la idea porque han visto la posibilidad de aumentar su flujo de negocio. Otra iniciativa es dar a nuestros clientes vales gratuitos, por ejemplo, el 50% de la matrícula en bonos para hacer la compra. Así los clientes se van adaptando a las instalaciones, los puestos ajustan precios y oferta, y entre todos se conocen”, añade. Para los mayores, las terapias de agua en la piscina climatizada son el producto estrella.