No nos engañemos, la primera impresión importa. Y todavía más si hablamos de tiendas online, donde el producto te tiene que entrar por los ojos. Por eso una regla básica para que un e-commerce funcione bien es que las fotos de los artículos estén cuidadas y bien hechas. Cuando Isabel Llaberia perdió su trabajo a mediados de 2011 se fijó en que existía ese nicho por explotar y que, salvo algunos fotógrafos autónomos que prestaban servicio a tiendas online, no existía una especialización. No se lo pensó y montó Fotoempresas.
«No nos limitamos a dar un servicio de toma de fotografías, también trabajamos con encargos para aquellos que prefieren hacer sus propias fotos pero que escogen delegar en otros la postproducción porque les quita demasiado tiempo», afirma Llaberia, que prefiere no limitarse a una unica línea de negocio y también trabajan realizando fotos de eventos o de interiores.
Empezaron con un estudio en Barcelona con encargos de comercios de la zona y ahora cuentan con otro en Madrid donde reciben productos de clientes de toda España, entre los que se encuentran Mango, Toti Aran, Errequerre o Lynes, ofreciendo catálogos impresos y para soporte digital. «Trabajamos con más de 100 clientes y la mayoría de ellos son habituales», explica Llaberia.