En los últimos meses, por fin, se ha suscitado un necerio debate: ¿Cómo –sin poner en tela de juicio su éxito– se van a financiar las redes sociales en Internet? Mientras muchos medios hablan de “mini-burbuja” en este sector, surgen ideas de por dónde podrían ir los tiros. El primer disparo, como herramienta de márketing. Adidas ha puesto en marcha su propia red social, dirigida a seguidores de la marca –que no tienen por qué ser deportistas–. “Hemos creado un espacio digital para que sean ellos los que se expresen con absoluta libertad. Una original plataforma donde la gente joven puede introducir cualquier forma de expresión urbana basándose en dos únicos parámetros: exprésate y sé original”, según explican los responsables del proyecto, la agencia digital Netthink. “Los miembros de la red definen los contenidos, las categorías y el entorno web a través de su propia interacción. Cuando un usuario hace una búsqueda, se adentra en un entorno generado por la suma de distintos objetos. Éstos reflejan cada archivo de cada categoría, y la experiencia de interacción es siempre diferente”, continúan. Es una opción.
