Prometen una factura de la luz más barata. La forma jurídica elegida para la constitución de la empresa es la de Cooperativa de Consumidores y Usuarios. Con estas mimbres, se presentan como una empresa social “sin ánimo de lucro, pero sin ánimo de pérdidas”, es decir, que no reparten dividendos al final del ejercicio pero sin descuidar, por ello, la cuenta de resultados.
Para ello han articulado tres líneas de negocio: La producción de energía 100% verde con certificación de garantía de origen; la instalación de placas fotovoltaicas; y la promoción y gestión de comunidades energéticas. Esta tercera representa el core del negocio y a principal fuente de ingresos.
Se entiende por comunidad energética la alianza de varios productores particulares de energía tanto para el autoabastecimiento como para la gestión de la energía restante. En el caso de Sapiens Energia impulsan la creación de comunidades energéticas locales en la que se involucran a los Ayuntamientos, a las empresas y a los vecinos de la localidad. Cualquiera de ellos puede instalar sistemas de energía renovables -principalmente placas solares- tanto para su autoconsumo como para abastecer a otros usuarios ubicados en un radio de 500 metros.
Todos los integrantes de la comunidad son, pues, propietarios de parte de la energía que consumen inyectando los excedentes a la red a través de la comercializadora y al precio pactado previamente. La energía que producen y que no llegan a consumir se gratifica con lo que se conoce como compensación simplificada. Es decir, se va acumulando para consumos futuros que se perciben en forma de descuentos. De esta manera es como los integrantes de la comunidad acaban viendo reducida su factura mensual de la luz entre un 30 y un 40% con respecto al método tradicional.
Más allá de la factura de la luz
Al menos eso es lo que afirma Juan Sacri, presidente e impulsor original de Sapiens Energía, consciente de que la solución no es la definitiva para acabar con las energías contaminantes. Pero la alternativa tiene sus ventajas. “La primera es que generas parte de la energía que necesitas, lo cual ya es un factor importante si tenemos en cuenta que el 70% de la energía que consume España procede de terceros países. Lo segundo es que hablamos solo de energías limpias de las se benefician tanto los productores como sus vecinos. La tercera ventaja es la distribución de Kilómetro cero y, por ultimo, que es mucho más barata. Es decir, son beneficios sociales, medioambientales y económicos”, son las bondades que subraya Sacri.
El proyecto está en línea con las indicaciones que marca la directiva comunitaria respecto a las renovables aprobada hace, aproximadamente, dos años. Esta insta a la participación activa de los ciudadanos en el uso y la producción de energías limpias en lugar de limitarse, como hasta ahora, a consumir y a pagar sin saber muy bien qué. “La solución de Sapiens no solo democratiza la producción y el consumo de energía verde, sino que pone al consumidor en el centro. Ese es el modelo que nosotros estamos implementando”, dice el presidente.
El modelo de comunidad de energías renovables para autoconsumo colectivo es aplicable tanto a nivel municipal, como en zonas residenciales, comunidades de vecinos y en áreas empresariales.
Tras algo más de año y medio de recorrido, la cooperativa la integran ahora 12 personas, con su propio consejo rector y órgano de gestión. Durante este tiempo han creado ya seis comunidades energéticas en otras tantas localidades y confían en cerrar el año con seis más. Su ámbito de actuación directa se circunscribe a la Comunidad Valenciana -cuentan con el consistorio valenciano entre sus clientes- por ser su lugar de origen y por respetar la forma jurídica.
Ello no implica que no tengan planes de crecimiento. La forma elegida para expandir las comunidades energéticas por otras zonas del territorio nacional es ejerciendo el papel de consultoría y asesoría técnica vendiendo su know how a otros municipios y acometan ellos mismos la implantación de las comunidades.
La empresa, arrancada con recursos propios y financiación bancaria, cuenta también con el respaldo de algunos inversores privados y el apoyo público del IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial). La idea ahora es acudir a una primera ronda de financiación al objeto de seguir creciendo con su modelo de negocio.