Una tienda de productos ecológicos no es una idea novedosa. Pero si te decimos que además cuenta con un restaurante en el que te ofrecen platos cocinados con los mismos productos del colmado, ya es un poco más diferente. Y si además incluyes un espacio infantil para que los niños aprendan hábitos saludables de alimentación, ya se va perfilando un modelo heterogéneo muy poco común.
Para Nacho y David todo empezó hace unos tres años cuando crearon La Cocinita de Chamberí, una tienda de productos de alimetación ecológica e higiene para niños donde también realizaban talleres de cocina, repostería o yoga, siempre orientados a los más pequeños. Poco a poco vieron que funcionaba bien, y con el paso del tiempo han ampliado el negocio tocando otros palos.
Se trata de Mama Campo, una combinación de tienda de alimentos y restaurante en el mismo lugar en el que está La Cocinita de Chamberí, en el madrileño barrio del mismo nombre. «Ofrecemos los mejores productos con certificación ecológica, traidos directamente de agricultores y ganaderos de toda España, que sabemos que cuidan sus productos y su entorno», explican. Hasta tal punto les importa la proveniencia de los alimentos que lo hacen patente tanto en el menú como en los carteles del colmado. Las hortalizas y frutas de Ángel, Albano, Tomeu y Paquita; las legumbres de Amancia y Cristina; los aceites de Fernando y Consuelo…
La mayor ventaja del negocio es que la tienda y el restaurante comparten muchos de los costes variables, ya que los productos que venden son los que utilizan para cocinar. Todo esto en unos locales donde han apostado por un interiorismo de diseño muy cuidado para la decoración. Afirman que no se trata de un negocio gourmet, si no que su intención es que la gente del barrio haga la compra allí con la seguridad de conocer los orígenes de los alimentos que consumen.