Baleares intenta diversificar su economía para no depender exclusivamente del turismo. Pero es la innovación en turismo lo que ofrece una de las principales fuentes de oportunidades para emprender en Baleares. Innovación entendida como una forma de hacer negocios en turismo que contagia a otros sectores en el impulso de nuevas oportunidades.
Tal y como nos explica Manuel Porras, director general de Promoción Económica y Emprendeduría de Baleares, la comunidad aspira a posicionarse en un plazo de diez o quince años como “el destino número uno en sostenibilidad a nivel europeo. Y uno de los más importantes del mundo. Nuestras palancas para llegar a este punto se basan fundamentalmente en dos pilares: el energético y la digitalización. Vamos a impulsar las energías renovables y la economía circular en el turismo para hacerlo más sostenible. Y vamos a apoyar proyectos de digitalización de las empresas baleares”, comenta Manuel Porras.
Un nuevo modelo energético
El tránsito a la sostenibilidad del turismo forma parte de un plan más ambicioso que abarca un cambio en el modelo productivo de las islas. Por eso, están impulsando varios proyectos centrados en el largo plazo y que tienen que ver con hacer frente, entre otros elementos, al cambio climático, además de una fuerte apuesta por la diversificación del modelo productivo.
«Proyectos como el de la planta de Hidrógeno Verde que está ubicada en el municipio mallorquín de Lloseta. Gracias a este proyecto, los sectores productivos de Baleares se verán beneficiados, pero no solo estos, sino que también el principal motor económico de las Islas, como es el turismo, verá provechoso todo lo que tiene que ver con esta tecnología”, comenta Juan Pedro Yllanes, Vicepresidente del Govern y Conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática.
El objetivo es pasar del 2,5% que representan hoy las renovables al 25% en 2023. Un salto cualitativo que “también ayudará a cambiar el transporte y la movilidad. Gracias a la planta de hidrógeno, seremos capaces de proporcionar este tipo de combustible no solo a vehículos públicos, como los autobuses, sino también a las flotas de empresas que apuesten por esta tecnología. Las empresas de rent a car que se pongan las pilas en el sector, asumirán una ventaja competitiva a la par que eficiente”, apunta Juan Pedro Yllanes.
El turismo, palanca de cambio en otros sectores
“Tenemos claro que el turismo es el sector clave de nuestra economía y como tal tiene que ser la palanca de cambio. No solamente del propio sector, sino también de otros sectores. Sectores tractores, como el agroalimentario, por ejemplo, importante dentro de lo que son los servicios que pueden dar los alojamientos turísticos. En agroalimentación, es importante que las cocinas de los hoteles utilicen productos locales de baleares, productos semi elaborados, que son los que utilizan estas cocinas, no tanto el tomate propiamente como la salsa de tomate. Ahí puede haber nuevos proyectos y negocios que tengan que ver con esa producción de productos semielaborados destinados a alojamientos turísticos”, apunta Manuel Porras.
“También serán necesarias la introducción de calderas de hidrógeno en los hoteles, mantenimiento de sistemas para el control energético, tanto a nivel de ingeniería como a nivel de digitalización”, continúa Porras.
Mejoras en las condiciones laborales
Otra pata de mejora es el cambio de modelo de relaciones laborales y que va a dar pie a nuevas oportunidades de negocio.“Estamos sacando adelante una ley turística para favorecer las condiciones laborales de las camareras de piso. La ley va a establecer un tiempo para que los hoteles cambien sus camas a camas elevables para mejorar la salud laboral de este colectivo tan importante. Es un ejemplo de cómo a través del sector turístico vamos a mejorar distintas cuestiones diferentes de lo que es el tejido social y económico de Baleares”, explica Manuel Porras.
Innovación en náutica
Sin olvidar el peso del sector náutico, “que en Baleares está a nivel mundial. Todo lo que es la reparación y mantenimiento de embarcaciones de recreo, en este caso Mallorca, es uno de los destinos punteros a nivel mundial. Y puede ser otro sector importante para la generación de proyectos de negocio. Una embarcación de recreo hay que diseñarla y amueblarla como un alojamiento privado. Hay hueco para proyectos de ebanistería, carpintería, diseño de interiores… Estamos promocionando que se creen empresas baleares en diseño y construcción de interiores de embarcaciones de recreo, porque es un mercado dominado por empresas extranjeras”, apunta Manuel Porras.
Otra clave es la digitalización asociada a las embarcaciones. Desde la navegación propiamente dicha a cualquier actividad de las que se realiza dentro de un barco. Y también evidentemente la sostenibilidad de la embarcación. El tratamiento de aguas sucias, etcétera”, continúa Porras.
Limpieza de aguas
“Otro proyecto estratégico y pionero en el mundo es el denominado proyecto Cichlo, que busca obtener de manera local y sostenible los principales agentes activos de uso cotidiano empleados en la desinfección de aguas y superficies. Esos activos hasta ahora los importábamos al 100 %. Desarrollarlos aquí supone un gran ahorro para nuestras empresas, además de reducir la huella de carbono, ya que evitará la salinización excesiva que pone en peligro los fondos de la posidonia de nuestro mar”, apunta Juan Pedro Yllanes.
Autoconsumo energético
Es otra pata clave del plan de transición energética. “Estamos impulsando proyectos relacionados con los autoconsumos compartidos o las comunidades energéticas para la democratización de la energía, no solo de las familias, sino también de las empresas. No en vano, el perfil de turista que viene a nuestras Islas está muy concienciado con el Medio Ambiente, por lo que llevarán ventaja las empresas que ofrezcan sostenibilidad”, comenta Juan Pedro Yllanes.
Comercio tradicional
Desde el IDI, Instituto de Innovación Tecnológica, se está impulsando la creación y consolidación de empresas que ayuden a diversificar la economía en aspecto como el comercio, la moda, el hábitat, la agroalimentación, la náutica y la industria 4.0, con proyectos enfocados a los propios residentes.
“Apostamos por los comercios que tienen un valor añadido. Comercios de alimentación, ropa, calzado, fundamentalmente. Estamos impulsado el sello de comercios emblemáticos que son los que tienen más de 50 años de antigüedad, tienen elementos de patrimonio cultural y están enraizados en el territorio. Suelen ser negocios familiares y muchos de ellos necesitan nuevos propietarios porque las nuevas generaciones no se han cargo de ellos. Hemos creado un portal (https://emblematicsbalears.es/es/) para darlos a conocer y el Proyecto reempresa.org, para que nuevos potenciales emprendedores puedan iniciar el relevo generacional en una empresa ya existente”, apuntan Pere Jiménez, responsable del área de emprendimiento del IDI, y Mariona Luis, directora gerente.
“Hay una tendencia a comprar en tiendas de proximidad. Hay sensibilidad de proteger el negocio del pueblo”, dice Pere Jiménez.
“Y también la necesidad de comercios de conveniencia con productos de alimentación y horarios abiertos los 7 días de la semana, con productos de calidad. También nuevos conceptos de restauración como restauración con librerías, restauración con conciertos, tienda de ropa donde se hacen conciertos… Vemos una servitización del pequeño comercio que es también un buen reflejo de la identidad local, que demanda tanto el turista como el público local”, continúa Mariona Luis.
Industria 4.0
“El Plan de Industria 2018-2025 incluye también el fomento de la digitalización de los procesos industriales en los sectores de los que somos referencia (náutico, hábitat, moda y agroalimentario), principalmente, aunque también el resto de actividades industriales. Por ejemplo, en Baleares tenemos un sector químico significativo, que trabaja garantizando la limpieza de piscinas o en la seguridad alimentaria de los hoteles, por ejemplo. Todo lo que ayude a resolver problemas higiénicos del turismo”, apunta Mariona Luis.
Hacen falta proyectos para la “digitalización de la industria, del campo y del turismo. También para el impulso del diseño y la circularidad en el sector de la moda, el hábitat y el sector náutico. Hemos impulsado proyectos de reutilización de materiales sobrantes para fomentar la economía circular. En hábitat, desarrollo de nuevos productos con materias locales, materias que en algunos casos se habían abandonado como el cáñamo, que se está integrando en los procesos productivos”.
Agroalimentación
“En agroalimentación, impulso de productos locales y ecológicos: galletas, sobrasada, vino, naranjas, patatas, cerveza artesana, sal, mermeladas… Cada vez más el cliente está dispuesto a pagar más por saber de donde viene lo que come. La producción ecológica está funcionando bastante”, apunta Pere Jiménez.
Retos de movilidad
“Tenemos un problema de doble insularidad, o triple, si eres de Formentera. No puedes en este momento viajar de Ibiza a Menorca sin pasar por Mallorca, con lo cual, imaginamos que genera bastantes problemas a la hora de gestionar suministros y también implica un sobrecoste”, apunta Mariona Luis.
“Y reparto sostenible de la última milla con bicis eléctricas, vehículos eléctricos, directos del productor al consumidor”, comenta Pere Jiménez.
“Y en un futuro no muy lejano, a cinco años vista, veo el impulso del transporte con drones”, apunta Mariona Luis.
Nómadas digitales
En Baleares hay una población importante de extranjeros afincados allí, alemanes, la mayoría, pero también están creciendo las colonias de nórdicos “que quieren productos y servicios adaptados a sus costumbres y necesidades, y sobre todo en su mismo idioma”.
“También están proliferando los espacios de coworking que atraen a nómadas digitales procedentes del extranjero”, añade Mariona Luis.
“Y se está impulsando el turismo en las zonas interiores. Hacen falta empresas de conserjería para gestionar la limpieza, organización de eventos deportivos, conceptos de restauración de chef a domicilio que utiliza exclusivamente productos locales, etc. para ese nuevo turista que surge alrededor de las casas vacacionales del interior, impulsado por la pandemia. Casas exclusivas que tienen un valor añadido, en las que se les han hecho reformas para recuperar la decoración tradicional, las telas y vestir la casa, esos tejidos se están recuperando”, comenta Pere Jiménez.
“Este mismo concepto aplicado al sector náutico, que se llama mayordomía. Necesitas las entradas para ir al concierto que te apetece, la limpieza… los servicios de mayordomía es un buen nicho de mercado”, dice Mariona Luis.
Hubs de innovación para emprender en Baleares
Baleares también cuenta con una importante cantera de startups impulsadas por el “programa Emprenbit, que acoge emprendedores tanto en el ParcBit de Palma como en el CentreBit en Menorca, y con el futuro Centrebit en Eivissa. A través de este programa se esta ayudando a muchos proyectos empresariales en fases iniciales de desarrollo que cuentan con startups muy prometedoras y de sectores diversos”, apunta Miquel Company i Pons, conseller de Fondos Europeos, Universidad y Cultura del Govern de les Illes Balears, y presidente de la Fundación Bit (ParcBit).
Startups de videojuegos como Mansion Games y Onlytax, fintechs como IberianTax y desarrollo se software como MyBooking, o Generator Landing.
“La mejora de las infraestructuras (se prevé la llegada del metro en 2023), la adquisición de nuevos espacios para startups, o la puesta en marcha del nuevo edificio destinado a grupos de investigación científica, que contará también con una incubadora específica para empresas de biotecnología, son algunos ejemplos de diferentes proyectos que mejorarán e impulsarán el ParcBit”, continúa Miquel Company i Pons.
“Desde el sector privado las tecnologías emergentes están cobrando gran protagonismo y la irrupción del BigData, IoT, la inteligencia artificial, o el Blockchain están marcando en gran medida el desarrollo de nuevos proyectos. Algunas empresas como Wireless DNA, o APSL, están apostando muy fuerte por desarrollar productos que integran este tipo de tecnología en el desarrollo de sus productos y servicios, aplicables en diferentes sectores como la gestión de residuos, la previsión meteorológica, o el desarrollo de servicios digitales”, continúa el conseller de Fondos Europeos, Universidad y Cultura.
“El desarrollo turístico ha aportado mucho a nuestro territorio, pero somos cada vez más conscientes de que no podemos depender únicamente de esta industria y debemos ir hacia un modelo más sostenible y resiliente. El camino hacia este nuevo modelo pasa, indiscutiblemente, por un mayor protagonismo de la innovación y de la economía del conocimiento”.
Para Miquel Company i Pons, “las oportunidades con mayor potencial en Baleares están en ciencias marinas y oceanografía (tenemos en marcha el proyecto Polo Marino), bioeconomía (economía circulante y biotecnología) y las Industrias Culturales y Creativas (ICCS), para lo que trabajamos en la creación de un Hub Audiovisual”.
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