Raúl Martín, David Jesús Yáñez y David Suriol se encontraron con un nicho de mercado aplicando, sencillamente, los cinco sentidos: la vista, el oído y el tacto habían sido imitados con gran éxito por dispositivos artificiales… pero ¿y el olfato y el gusto?
De momento han comenzado con el gusto y han desarrollado una nariz artificial basada en sensores quimiorresistivos.
Este diseño es fruto del trabajo previo de matemáticos, físicos e ingenieros del Grupo de Neurocomputación Biológica (GNB) de la Universidad Autónoma de Madrid. ¿Para qué sirve? “En la industria agroalimentaria, para control de calidad, detección de caducidad, originalidad de productos, ayuda a la gestión de la producción, etc. En el ámbito de la seguridad ciudadana y la lucha antiterrorista, para detección de drogas, explosivos, productos prohibidos, sustancias nocivas, entre otros.
En el medio ambiente, para control de vertederos, aguas residuales, calidad ambiental o salubridad de entornos habitados. En el ámbito sanitario: detección de infecciones, estudio de anosmias, predicción precoz de ciertas patologías, análisis sanguíneos o de fluidos biogénicos, patologías del sistema endocrino, etc. En la industria del ocio: museos de ciencias, industria del juego, instalaciones recreativas, etc. En robótica: sensorización de robots móviles e industriales…”, enumera Martín, director de Producción y Diseño.
¿A nadie se le había ocurrido antes?
“Hasta ahora todas las narices artificiales que se habían desarrollado en el mercado tenían el tamaño de una nevera, y la nuestra cabe en el bolsillo”, explica David Suriol, director de Desarrollo de Negocio. En la actualidad, esta empresa de ingeniería electrónica y electromecánica trabaja para empresas como Repsol y para intituciones como el CSIC, la Fundación Reina Sofía o el Canal de Isabel II, y está concentrada en el desarrollo comercial. Y ésta es sólo una de sus soluciones.
UNA BUENA IDEA…
… SALIR FUERA ACOMPAÑADO
Deutecno es más que su prototipo nasal. “Aunque aún estamos trabajando para la consolidación de la empresa en nuestro país, trabajamos intensamente para establecer consorcios con socios en el extranjero y ejecutar proyectos en Europa e Iberoamérica. Como ejemplo reciente, de la mano de la empresa castellano–leonesa Abaccus Soluciones e Innovación y otros socios, hemos lanzado una propuesta técnica para desarrollar un dispositivo de interacción hombre-máquina (Capacitive 3D HMI), para un programa de colaboración I+D de la Unión Europea”.