Además de los miles de euros que ha invertido en su restaurante, ubicado en una antigua carbonería, su principal inversión son los 26 años de experiencia profesional, “con vocación de agradar al comensal. Tengo clientes que afirman que son platos con cierta magia…”, afirma Darío Barrio, propietario del restaurante madrileño dASSA bASSA.
Al preguntarle cómo nace su vocación hostelera, confiesa que la idea se germina a sus 14 años, “cuando decido dedicarme a la cocina con el objetivo de montar mi propio restaurante”. A partir de ahí, invierte 17 años de viajes y formación por España y el extranjero. “Al asumir la responsabilidad de dirigir una cocina y un equipo es cuando decido que ha llegado el momento de emprender mi propio negocio. En mi cabeza había dos opciones: un restaurante en medio de la naturaleza, aislado y con mucho encanto, o uno urbano. Al final, el barrio de Salamanca ganó y me instalé en una antigua carbonería de finales del siglo XIX, ubicada al lado de la céntrica Puerta de Alcalá y la Plaza de Cibeles. Mis hermanos Héctor y Silka se encargaron del proyecto”. La compra del local supuso 1,5 millones de euros, más los costes de la obra de acondicionamiento.
Barrio es consciente de que son tiempos de implantar estrategias, y no se puede dejar pasar el tren de la tecnología, pero todos mis esfuerzos se centran en la calidad del servicio, y siempre que puedo no dudo en pasarme por las mesas para preguntar cómo ha ido la experiencia”.
Web: www.dassabassa.com