Y cuando hablamos de especialización no nos referimos exclusivamente a centrar la temática de la plataforma en un tema en concreto, si no que también existe la posibilidad de centrarte en un modo de hacer las cosas. Lo hemos visto por ejemplo aplicando el crowdfounding para sacar los cursos adelante, y las oportunidades son muy amplias. En este caso, Emin Köksal y Sergio Puertas se decantaron por ofrecer cursos en directo. «Podéis preguntaros, ¿pero esto todavía no está hecho? Suena raro, pero la verdad es que seguramente no se os pueden ocurrir más de 5 posibilidades», afirman estos emprendedores.
Tuvieron la idea a finales de 2012 y comenzaron a estudiar el mercado del e-learning, centrándose en los altos porcentajes de abandono de este tipo de cursos. Esto es debido principalmente a la poca interactuación entre profesores y alumnos y la falta de resolución de problemas al instante. Por eso las clases en directo se acoplaban perfectamente a su modelo.
«Lo que ClassOnLive ofrece es que cualquier persona, empresa o institución de cualquier sector (no necesariamente educativo o formativo) pueda impartir un curso, charla o clase sobre cualquier temática en tiempo real. Esto abre un abanico de infinitas posibilidades, ya que la plataforma se puede utilizar no sólo para impartir un curso en particular, se podría llegar a dar una carrera universitaria o un máster, e incluso que las empresas puedan utilizar esta plataforma como puente para llegar a un público específico con fines publicitarios», afirman Köksal y Puertas.
Cada profesor (o institución) decide el precio de su curso o clase. El modelo de ClassOnLive consiste en cobrar una comisión por cada transacción que se realiza, de forma que si se imparte un curso gratuito, la plataforma no cobraría por ello. También barajan otras vías de ingresos para un medio plazo, como posicionar cursos en la página principal, ampliar el número de alumnos por aula virtual o el cobro de una cuota a empresas e instituciones por participar.
Con una pequeña inversión de capital y una muy grande de tiempo, estos dos expertos en software lanzaron la plataforma en enero de 2014 basándose en una la tecnología WebRTC, que permite al navegador realizar llamadas de voz y chat de vídeo sin plugins. Decidieron salir al mercado lo antes posible ya que al mismo tiempo salió Google Helpouts, una plataforma similar pero orientada al mercado anglosajón. «La primera sensación que tuvimos fue frustración pensando cómo íbamos a competir contra Google, pero decidimos ver el lado positivo. No competiríamos, si no que al tratarse de un concepto nuevo en el mercado, Google nos ayudaría abrir el camino hacia una cultura de compartir e intercambiar información en directo».