Un club para salir de copas
Liquorlab
Lo sabemos, no te preocupes. Tus amigos se casan, tienen hijos y tú quieres party, party, all night, y nada, que no tienes con quien salir. Ya tienes asumido que no puedes ir sólo a un brunch, el colmo del friquismo, pero es que tampoco puedes ir solito de copas. Así que, ¿por qué no sumarte a un club de coperos? A ver, esta es la versión sencilla. En realidad organizan planes. Plantean cinco tipos diferentes de cócteles para las salidas, cada uno de ellos servido en un local diferente.
Un zapato para cien pies
Skwag
Si no tienes espacio en tu armario, somos la solución. Con este pegadizo claim, el club online de intercambio de zapatos Skwag propone que te hagas un perfil con los zapatos que estás dispuesto a prestar y que los intercambies con personas afines. Si tienes reparos, piensa que tiene más bacterias el teclado de tu ordenador.
Reuniones tupper-cannabis
Hapyy Crate
En España, ahora mismo, sería impensable un servicio de suscripción mensual (entre 18 y 19 euros al mes) de productos seleccionados para maridar con el consumo de marihuana: snacks de todo tipo, juegos de mesa, incluso albumes con fotografías que provocan risa como Happy Crate , una startup nacida en 2014 en Seattle. En España, negocio, lo que se dice negocio con el cannabis, de forma legal se está haciendo en la ciudad de Barcelona con la compraventa de clubes legales de cannabis después de que el Ayuntamiento decidiera paralizar las nuevas concesiones y cerrar los locales irregulares. Happy Crate, más que la estela de otros negocios vinculados a la suscripción, sigue la de negocios vinculados a la legalización en (de momento) cuatro estados en EE UU del cannabis con fines medicinales como Canary (hachís a domicilio), Leafly (que hace críticas de productos) o Hope Clinics (una cadena de estancos/dispensarios).
Juegos para entretenerte en el WC
Poop Time!
Los contenidos y los servicios para los dispositivos móviles no sólo se tienen que adaptar al ancho de banda, sino también a los momentos de consumo. Los trayectos en el metro, o en el tren, por ejemplo, son consumos que se viven como si no existieran y, sin embargo, para las plataformas móviles son realmente duros. Se denominan como consumos liminales. Pero hay uno de ellos que se produce en casa: el rato que pasas en el váter haciendo número uno. Hasta la popularización de los dispositivos móviles, este tiempo se ocupaba cortándose las uñas, leyendo revistas del corazón o devorando poemas de Rimbaud a salto de mata. Para aprovechar el consumo liminal en el cuarto de baño, la estadounidense Poop Time Co. diseñó una gama de juegos que se toman poco en serio tu tránsito intestinal, aunque lo tienen muy en cuenta en la dinámica de juego. Eso sí, si es cierto que en el mercado de las apps, como reza la leyenda urbana, el 60% de la decisión para la descarga viene dada por el logo, la empresa nacía con recorrido corto, como el tiempo ha demostrado.
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Oportunidades para emprender en mercados B2B