“El boom del modelo Inglesa se produce cíclicamente cada ciertos años”. Pero lo que ha diferenciado su estrategia desde entonces, después de llevar más de 30 años fabricando este tipo de zapatilla, ha sido “aprovechar el tirón para hacer acciones en todos los campos”.
Las acciones, concretamente, han pasado por apoyar y fomentar la personalización, internacionalizarse y subirse al tren de las últimas tendencias. “Lo primero que pensamos fue en el futuro, que pasaba por salir al exterior y vender fuera de España. Aprovechando que la Bread and Butter (una feria internacional de moda) venía a Barcelona, nos subimos al tren y creo que fue nuestro despegue nacional y un gran inicio internacional a todos los niveles, tanto de venta como de imagen”, cuenta Claudio Ferreiro, director comercial de Nuevo Milenio. Actualmente, cerca del 50% de las ventas son internacionales. “Aunque no tenemos sede en ningún otro país, estamos trabajando en países como Francia, Italia, Reino Unido, Portugal, Alemania, Japón, Corea, Puerto Rico…”. Y, por otro lado, “estamos colaborando en festivales de música como el Primavera Sound o Rock in Río y montando nuestros propios conciertos Victoria Music en colaboración con Nasty Mondays, etc.”
A gusto del consumidor
Pero donde más ha notado la compañía este boom ha sido en las propuestas de personalización que lleva recibiendo desde entonces: hacia 2006, empezaron a llegar a sus bandejas de entrada de correo fotos de sus zapatillas customizadas. De hecho, desde la empresa cuentan que el fenómeno nació en Londres, y que probablemente debido a los vuelos low cost entre la capital inglesa y Madrid y Barcelona llegó a España. Al tiempo, continúan innovando, usando materiales diferentes.
