
Desafortunadamente los nuevos tiempos exigen nuevas profesiones. Imágenes de violencia y sexo tratan de colarse en las redes sociales a diario. Nuevas empresas, como Caleris o Telecommunications On Demand, se han lanzado a un nuevo negocio: revisar millones de imágenes de páginas web a la busca y captura de contenidos ilícitos. Redes sociales, como MySpace, disponen, incluso, con sus propios censores de contenidos ilícitos (esta compañía cuenta con la figura del chief security officer). No hay, todavía, ningún motor de búsqueda capaz de reconocer si una imagen es ilícita o no (de momento, claro), así que lo tienen que hacer personas de carne y hueso.
Según un reciente artículo del The New York Times, una gran empresa de consultoría de cuyo nombre no querían acordarse, había tenido que contratar a psicólogos para atender a su departamento de nada menos que de 500 censores de contenidos.