La pandemia ha supuesto un freno importante para miles de negocios de diferentes sectores. Sin embargo, como en todas las crisis, también en los últimos meses han surgido oportunidades de negocio que antes se encontraban en un segundo plano. Una de ellas son las casas de paja, un nicho en el sector inmobiliario que ha duplicado su demanda en los últimos seis meses y que está sentando los cimientos para quedarse.
En el crecimiento de las casas de paja tiene mucho que ver la situación económica tras la pandemia. Muchas personas han perdido sus empleos y buscan nuevos destinos para trabajar, donde necesitarán una vivienda lo más barata posible. Por otro lado, el confinamiento ha creado en un número considerable de personas la necesidad de disponer de una casa con jardín y espacio al aire libre, tras pasar varios meses encerrados en pisos pequeños.
En contra de lo que pudiera parecer, este tipo de construcciones, que suelen ser más baratas que las de ladrillo y hormigón, no presentan grandes diferencias con respecto a la calidad de las tradicionales. En ocasiones, incluso las superan. “Una casa de paja es más confortable, tiene mejor aislamiento térmico, con muros que respiran y no atrapan la humedad y con materiales sin emisiones tóxicas. Sin hablar de la huella de carbono prácticamente inexistente”, comenta al respecto Mirco Zecchetto, un arquitecto especializado en estas viviendas, en un reciente artículo.
Sin embargo, el gran público todavía tiene reservas acerca de las casas de paja. Una de ellas, un posible incendio, se defiende explicando que la densidad de los materiales es tan alta que hace imposible que la vivienda se queme. Por otro lado, la humedad y el aislamiento son los otros puntos centrales de la construcción. En este sentido, otro experto esgrime que, con “una buena protección frente a la humedad que viene del suelo y un buen tejado con aleros para la lluvia tendrás casa para varias generaciones”.
¿Cuánto cuestan las casas de paja?
Construir casas de paja no es tan barato como pudiera parecer. En ocasiones, su precio puede superar al de una casa tradicional. Sin embargo, sus características pueden suponer un ahorro de hasta el 80% anual en calefacción, por ejemplo. “El ancho del aislamiento en paredes y techos es de 35 centímetros, que es el ancho de una bala de paja, mientras que un aislante en una casa convencional no tiene más de diez”, explica Eduardo Canals, otro arquitecto especializado en las construcciones.
Sin embargo, existen fórmulas para reducir más de la mitad los costes de producción de una casa de paja. La más extendida es la autoconstrucción. La mano de obra puede suponer alrededor del 60% del precio de la vivienda, por lo que eliminarla puede notarse bastante en el bolsillo y hacer más accesible esta fórmula de construcción.
En cifras, la construcción de las casas de paja cuesta alrededor de 1.600 euros por metro cuadrado. Dicho de otra forma, una casa de 200 metros cuadrados costaría unos 320.000 euros. Sin embargo, si el cliente decide construir la vivienda por sí mismo, el precio podría reducirse a menos de la mitad.