Colgar un cuadro, cambiar un grifo, hacer un armario a medida… Tomboy Tools llegó al mercado en 2000 con un claro modelo de negocio: ofrecer formación on line a mujeres sobre bricolaje y poner en marcha un servicio de venta directa de sus herramientas a través de reuniones con representantes de la marca. “La idea de crear una marca y un servicio enfocado al público femenino nos llegó después de asistir a una Pampered Chef Party. Nos gustó el elemento formativo de la reunión, así como la calidad de los productos que vendían”, explica Janet Rickstrew, cofundadora de la empresa junto a Mary Tatum. “Después de escuchar a varias de nuestras amigas quejarse de que sus parejas nunca veían el momento de arreglar las cosas que se rompían en casa, decidimos crear Tomboy Tools, con la idea de cubrir ese nicho en el mercado”, añade.
Tardaron dos años en poner en marcha su sistema de venta directa durante los cuales se dedicaron básicamente a la venta y formación on line. “Hemos invertido unos 300.000 euros en dos rondas y podemos decir que nuestros ingresos siguen aumentando cada año (según la comunidad empresarial on line Manta, Tomboy Tools cuenta con unos ingresos anuales superiores a los 1,7 millones de euros)”, dice Rickstrew, que también asegura que la crisis económica les está beneficiando porque las familias se mudan menos y reparan más. “Somos la primera empresa que ha tomado en serio a las mujeres dentro de la industria del bricolaje. No sólo enseñamos, sino que el diseño único y ergonómico de nuestras herramientas facilita el trabajo”, asegura Rickstrew, que no tiene problemas con ciertos estereotipos: “Nuestras herramientas eran azules, pero cuando nuestras clientas nos pidieron cambiar al rosa para que sus maridos no se las cogieran, lo hicimos”. Siguen el lema Pink for a purpose (Rosa por la causa) y donan un porcentaje de sus ingresos a diferentes ONG.