Mientras se encontraba en una peluquería de Roma, Nancy Jarecki se dio cuenta que las clientas se iban a casa con una bolsita. Cuando preguntó de qué se trataba le dijeron que era un tinte para la zona genital, para que el pelo de la cabeza conjuntara con el del pubis.
Un amplio mercado
“Me pareció una idea estupenda, así que de vuelta a Estados Unidos contacté con un ginecólogo, un toxicólogo y un distribuidor para ver las posibilidades de lanzar con éxito el producto”, cuenta Jarecki, que creó la empresa Betty Beauty hace un año y ha vendido en ese tiempo más de 150.000 kits, con unos ingresos de casi un millón de euros.
“Tras hablar con el ginecólogo me sorprendió mucho saber que casi ninguna mujer tiene el mismo tono de vello genital que en el pelo de la cabeza y que, a partir de los 30, las canas empiezan a proliferar rápidamente. Con nuestros tintes, no sólo conseguimos que una rubia sea rubia integral, sino que devolvemos la confianza en sí mismas a aquellas mujeres que han empezado a notar los estragos de la edad ahí abajo”. Betty Beauty ofrece cinco tonalidades (incluida una rosa para las ocasiones más festivas) y todos sus tintes están elaborados a base de productos naturales.
Y esta emprendedora, que ha cosechado cinco premios en tan sólo 12 meses, no se conforma: “Ya estamos preparando la gama masculina”, añade.
