De todas formas, innovar en el packaging tampoco está tan mal. En los últimos años han proliferado refrescos basados en distintos tipos de té. Hay distintas marcas y propuestas bastante similares entre sí. A una empresa japonesa, CIC Cose le ha ocurrido darle una pátina ecológica a los refrescos basados en el té: Kyo no Matcha. La botella de esta bebida tiene un sistema mediante el cual el té (verde, para más señas) se encuentra en el tapón y cae en el agua a medida que vamos desenroscándolo, sedientos… e incrédulos. Más propio de un sistema de espías, abre la puerta a un nuevo tipo de packaging en el campo de las bebidas. De momento, esta cuesta el doble que el resto de bebidas de té, lo que limita su éxito comercial a nichos como el ecológico.