En poco más de un año, la idea de apostar por un restaurante espectacular en todos los sentidos (dimensiones, decoración…) ha sobrepasado las expectativas que sus responsables se habían marcado cuando, a finales de 2018, abrieron Bálamo, en Alcorcón (Madrid).
Esta marisquería, con 115 empleados, de 4.200 m2, dividida en diferentes ambientes, con capacidad para 700 comensales, con un jardín vertical interior de 350 m2, con una cocina vista de 500 m2, con sala de eventos y conciertos ha dado servicio a más de 194.000 comensales y ha facturado 7,5 millones de euros.
Sus creadores son dos familias, los García Saiz (José Ignacio y Óscar) y los Martín Alegre (Carlos, Esther y Francisco Javier), que ‘convivían’ en el centro comercial San Ignacio de Loyola, de Aluche (Madrid). “Cada familia tenía un negocio independiente -un supermercado y un negocio de hostelería-. A raíz de ahí, empezó a surgir una amistad”, recuerdan.
Una idea que gusta a todos
Fruto de eso, en 2015, abren en ese centro comercial Círculo Marisquería. Los resultados llegan pronto y, visto el éxito, deciden ampliar el negocio de la marisquería Bálamo. Pero, ¿por qué esa especialización? “Dirigir el negocio hacia la marisquería con tan buena relación calidad-precio fue porque identificamos una buena oportunidad ya que la gran mayoría de marisquerías de Madrid están dirigidas a un público con un poder adquisitivo muy alto. Y pensamos que a todo el mundo le gusta salir a comer y disfrutar del marisco y que si fuera más asequible, lo podrían hacer a menudo. Combinamos nuestra experiencia en la compra y conocimiento del producto y nuestro saber hacer en la hostelería”.