Los fundadores de Rice in Action han bautizado su innovación como “tecnología de encapsulación de sabores”. Significa esto que conciben cada grano de arroz como un lienzo en blanco en el que inyectan caldos artesanos, grasas, fibras, proteínas, vitaminas, minerales o principios inmunitarios.
Con el producto que se adquiere ya enriquecido y una estructura física aumentada un 35%, lo único que hay que hacer a la hora de procesarlo es cocerlo sin necesidad de caldo o líquido de ningún tipo en una olla, sartén o en el mismo microondas durante cinco minutos de donde sale listo para emplatar y servir. No corresponde pues un producto alimentario de los catalogados de quinta gama, porque no se trata de recalentarlo sino de terminar de cocinarlo durante esos cinco minutos.
Hablamos de arroces con todo tipo de sabores. Desde los más convencionales en la zona mediterránea, como arroz a la banda, al pollo, al marisco…hasta otros mucho más sofisticados y adaptados a gustos internacionales, como arroz con curry, con jengibre o con leche de coco.
Trasladado el ingenio al canal Horeca las ventajas que presenta son múltiples. En primer lugar, soluciona un problema de personal de cocina a la hora de dar con un profesional bien entrenado en la elaboración de arroces. En segundo lugar, al reducir en más de un 80% del tiempo de cocción del arroz, aumenta la productividad y la posibilidad de dar muchos más servicios sin largos tiempos de espera para el cliente. Por último, el enriquecimiento de la experiencia del cliente.
Aprovechando estas propiedades, los fundadores articulan distintas líneas de negocio dentro del B2B dejando el mercado de masas para más adelante.
El veterano de Lanzadera
Con esta propuesta entraron Christophe Pais y Cristina Querol, los fundadores de Rice in Action a formar parte del ecosistema emprendedor de Lanzadera el pasado mes de septiembre la Fase Growth. Ellos están encantados, pero con 60 años cumplidos, Christophe Pais dice que es el mayor de todos los que rondan por allí, además de confirmar que esto de emprender no tiene edad.
Pero antes de entrar en Lanzadera, el proyecto de Rice en Action se había alzado ya con el máximo galardón en el World Food Innovation Awards, en marzo de 2022.

Unos arroceros muy tecnológicos
Para producir el arroz encapsulado están a punto de terminar los fundadores de Rice en Action una planta de más de 500 metros cuadrados de extensión ubicada en el Puente de Vallecas (Madrid). Cuando concluyan las obras, tendrán capacidad para producir 3 millones de raciones de arroz año, el equivalente aproximado a un millón de kilos y a 20.000 raciones diarias. Pero se equivoca quien piense que al entrar allí se va a encontrar rodeado de sacos de arroz desperdigados y muchos operarios procesándolo. Lo que va a ver son brazos robóticos de última generación, ordenadores y muchos botones porque todo lo tienen automatizado al estilo de la industria 4.0.
Normal que así sea teniendo en cuenta el backgraound de los fundadores con varios emprendimientos ya en sus espaldas. Hace ya años que Christophe Pais y Cristina Querol vienen acometiendo proyectos juntos. El primero consistía en una especie de portal financiero en internet, sector del que provenían. Más adelante decidieron dar el salto a la gastronomía. Fundaron entonces el restaurante La Bomba Rice Bar, un pequeño local en Chueca que no tardó en conquistar comensales.
De aquí pasaron, en 2013, a abrir un establecimiento mayor, ya en la zona de Chamartín, que bautizaron con el nombre de La Bomba Bistrot, también con una buena aceptación y críticas muy positivas incluso de estrellas Michelin. En 2019 abren ‘Madrid es la bomba’, un proyecto de entrega de arroces a domicilio.
Prestigio no les faltaba, ni clientes tampoco. Cuando decidieron cerrar el restaurante contaban con 2 soles en la guía Repsol, habían aparecido en el listado de recomendaciones de la guía Michelin manteniéndose en la lista de los 15 mejores restaurantes de Madrid, 14 camareros en plantilla y rondaban el millón y medio de facturación. Si clausuraron el negocio fue porque se percataron de ciertas ineficiencias que ellos querían solventar. Para eso crearon Rice in Action.
La financiación
Para el impulso del negocio, la compañía ha realizado una nueva ronda de financiación a una valoración de 9 millones de euros. En total, la empresa ha captado 900.000 euros de financiación a través de Crowdfunding y Business Angels en los últimos tres meses. Prevé una nueva ronda de financiación en los próximos meses para internacionalizar el producto.
Asimismo, para promover la internacionalización de la compañía, se ha incorporado como accionista y asesor del proyecto Fabián Gosselin, ex CEO de Alsea, el mayor grupo de restauración del mundo.
La filosofía
Pero el proyecto de Rice in Action va más allá de lanzar al mercado una solución tecnológica para la industria alimentaria del futuro. En el argumentario que utiliza Christophe Pais en defensa de la razón de ser su proyecto se atacan distintos frentes, todos muy medidos y cuantificados, que por algo procede de la industria financiera. Estos son algunos:
La transición alimentaria. Se basa en favorecer el consumo de proteínas vegetales en detrimento de las animales. Con esto, además de ser más saludable y aportar beneficios funcionales, se reduce el impacto medioambiental que supone alimentar a los animales de la ganadería intensiva, responsables del consumo de más del 95% de la soja que se produce en el mundo. De aquí a relacionarlo con el cambio climático es uno.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El producto que elaboran es fresco, hecho con caldos artesanales y arroces bomba procedentes de la albufera valenciana, y no requiere infraestructuras especiales ni salidas de humo para su preparación, más allá de las fuentes habituales de cocción de este tipo de alimentos.
El mercado. El arroz es el segundo cereal más consumido en el planeta, detrás del maíz y por delante del trigo. Sólo en España, se sirven cada año 240 millones de raciones fuera del hogar, lo que supondría un mercado potencial de 2.500 millones de euros al año. A escala global, el mercado plant based es de 35.000 millones de dólares y se prevé que llegue hasta los 161.000 millones en esta década. Es, además, un producto estrella que cuenta con más de 2 millones de solicitudes de patentes, frente a las 350.000 solicitudes presentadas en torno a la pasta.
Teniendo en cuenta todas estas métricas, Rice in Action arranca con una expectativas comerciales que apuntan a una facturación de 2,5 millones de euros durante los primeros doce meses. A lo largo del ejercicio, la compañía prevé arrancar con la expansión internacional en el Caribe.