A priori Ecocolmena parece una tienda online de miel ecológica. También es eso, pero su planteamiento va mucho más allá. Su objetivo es conectar a los consumidores con productores locales, en este caso con apicultores asociados que ofrecen colmenas en apadrinamiento. «Los consumidores se comprometen a apoyar una explotación orgánica cercana a su zona, compartiendo los riesgos y beneficios con el productor», explica Jesús Manzano, ex directivo de la industria farmacéutica, apicultor y cofundador de la empresa junto con Mar Balsalobre.
El funcionamiento de la empresa es sencillo. Los miembros -apicultores virtuales, como ellos les llaman- pagan al inicio de la campaña anual una cuota por una parte de la cosecha. Visitan las colmenas apadrinadas, reciben información, realizan prácticas ecológicas y conectan con la protección del ecosistema, y cuando termina la campaña reciben una parte proporcional de la miel cosechada. Hay varios tipos de apadrinamiento con distintos precios. Desde 60 euros al año para una persona particular hasta 5 euros al año orientado para alumnos de colegios que quieran implicarse en esta acción, además de otros planes enfocados a empresas.
Proyecto social
De esta forma Ecocolmena combina un proyecto de economía sostenible con una actividad de divulgación e información sobre la situación del sector, orientados a un tipo de clientes preocupados por la sostenibilidad de los recursos del planeta. «Las abejas están desapareciendo entre un 20 y un 35% en Europa. Junto a otros insectos, desarrollan una actividad fundamental para la alimentación del ser humano y de todas las ganaderías: la polinización. Sin la polinización bajaría hasta un 75% la productividad de las cosechas que nos alimentan día a día», afirma Manzano.
A pesar de que el proyecto tiene un planteamiento de emprendimiento sostenible más parecido a una organización sin ánimo de lucro, en los primeros 8 meses de vida ya habían cubierto la inversión inicial -autofinanciado con las cuotas de los apadrinamientos-, y esperan facturar 50.000 euros entre suscripciones y ventas de miel al cierre de 2014. Unos datos impactantes si tenemos en cuenta que por sus técnicas, sus objetivos no son la producción y comercialización masiva de miel.