Trabajan para estudios de arquitectura y de interiorismo y entre sus clientes finales se encuentran cadenas de hoteles de lujo, estaciones de trenes (a través de Adif), así como ingenierías industriales.
Aprovechar la crisis
Mercedes Aramendía y Enrique Cestrilli forman el tándem perfecto. Esta pareja de arquitectos argentinos, afincados en Madrid desde hace varios años, han sabido aprovechar la crisis para ampliar su portafolio de clientes. “Hemos trabajado en estudios de 3D en Argentina, EE UU y Georgia (Europa). La crisis mundial ha provocado que muchos estudios de diseño reduzcan personal, optando por la subcontratación, más económica y efectiva. Eso nos beneficia, y sumado a la alta calidad y adaptabilidad de nuestros servicios y presupuestos, nos posiciona con ventaja en el mercado local”, explican.
Referencia en el sector
Con esa experiencia, decidieron emprender en Madrid, para lo que invirtieron 11.700 euros de recursos propios. En un año se han posicionado como un estudio especializado en visualización 3D: “Brindamos soluciones gráficas basadas en la funcionalidad, creatividad y pluralismo. Hacemos infografías que producen un alto impacto fotográfico y mejoran el entendimiento del proyecto por parte del cliente: mostramos en 3D espacios interiores, exteriores, secciones, alzados, perspectivas, fachadas, conjuntos de edificios…También hacemos maquetas digitales, donde recreamos la volumetría en 3D del proyecto, lo que ayuda al proceso de diseño, optimiza tiempos y flexibiliza las posibilidades de corrección. Además, realizamos fotomontajes, con lo que se puede visualizar el proyecto insertado en el entorno real. Eso genera un antes y un después del sitio y otorga hiperrealismo al proyecto”, subraya Centrilli.
Entre sus servicios también están los planos comerciales, las animaciones que dan vida y movimiento a las imágenes estáticas y workshop: “Es un sistema específico que utilizamos en aquellos casos donde el cliente recibe un equipo de profesionales con ordenadores en su sitio de trabajo para desarrollar conjuntamente un proyecto en un período concreto de tiempo”.
Con una facturación de unos 17.000 euros en poco menos de un año, prevén internacionalizar sus servicios a países del norte de África.
