Wikiloc es una de las redes sociales más antiguas de España. Con 15 años de trayectoria, la empresa catalana es un punto de encuentro para los amantes del senderismo. A través de su app, los usuarios comparten y valoran las rutas que más les gustan, ayudando a otros a descubrir nuevos destinos naturales.
Un negocio que vio paralizada su actividad en el mes de marzo, cuando la pandemia obligó al confinamiento de toda la población española. “pensamos: esto es el fin”, recuerda Jordi Ramot, creador de Wikiloc. Sin embargo, el levantamiento del confinamiento y el auge de las actividades al aire libre tras el mismo provocaron una especie de resurrección en la compañía. “En junio no dábamos abasto con las máquinas. Cuando la gente pudo salir se dio cuenta del privilegio que tenemos de país y vimos un gran incremento de la actividad”, explica.
Los datos hablan por sí solos. Durante el verano, la actividad de Wikiloc creció un 70%, y los usuarios de la app compartieron el doble de rutas que el año anterior. Estos datos han valido a la red social para alcanzar los 20 millones de caminos publicados, un gran logro para una red social que nació hace 15 años y que, en palabras de Ramot, ha perdido “la etiqueta de startup”.
Aunque, en un primer momento, Wikiloc no tenía una intención empresarial. “Era una prueba, una afición. Hacía senderismo y bicicleta de montaña con los amigos. Antes de 2005 no había ni smartphones ni Google Maps. Soy informático y había trabajado con mapas y GPS. Pensé que estaría bien ver el recorrido de mis rutas, seguirlo con el GPS y poder hacerlo otra vez”, recuerda Ramot. Una década y media después, emplean a 15 personas y facturan más de un millón de euros anuales. Por el camino, solo han obtenido financiación externa en una ocasión, en 2010, cuando Manuel Roca, fundador de Atrápalo, apoyó el proyecto.
El éxito internacional de Wikiloc
Aunque el principal núcleo de usuarios de Wikiloc se encuentra en España, la aplicación también cuenta con comunidades importantes fuera de las fronteras nacionales. El segundo país en número de usuarios es Brasil, aunque también triunfan en países nórdicos como Islandia. “Al ser una isla, todos los que hacen senderismo se conocen”, explica Ramot.
Sin embargo, la aparición de los relojes inteligentes o los móviles con GPS en los últimos años también ha supuesto un boom para este tipo de aplicaciones. “En cada país hay un competidor. La mayoría tienen capital riesgo y un músculo financiero muy fuerte», explica el emprendedor. Por eso, no descarta vender Wikiloc en un futuro si llega una oferta interesante, ni tampoco abrirse al capital riesgo. “Nos contactan fondos, aunque ahora no es el momento. Podemos continuar así, a no ser que llegue un socio muy afín”, comenta.
De momento, la crisis derivada de la pandemia no ha afectado demasiado a la compañía, lo que demuestra que, en tiempos de virus y mascarillas, el deporte y la naturaleza son sectores de mucho futuro.