A lo largo del día, cientos de pensamientos pasan por la cabeza de todos. Algunos son ideas de negocio -mejores o peores- que podrían convertirse en el próximo negocio del siglo. Sin embargo, estas ideas suelen quedar en el olvido tras ocuparnos de otras cosas, y terminan por desaparecer en un corto periodo de tiempo. Tan corto, que algunos expertos solo les dan cinco minutos de vida.
Esta teoría, denominada ‘la ventana de los cinco minutos’, explica cómo la mayoría de las ideas de negocio terminan desapareciendo a los cinco minutos de haber sido pensadas, siempre que no se tome acción antes. Estas acciones pueden ser tan simples como apuntar el pensamiento, darle un mínimo de forma por escrito, mandar un correo o llamar a alguien… Aunque parezca poca cosa, estos gestos pueden dotar de energía a la idea y convertirla en realidad.
Según explica el experto Francisco García en Entrepeneur, “las personas con éxito son aquellas que viven la Ventana de los cinco minutos”. “Si lo piensas, algunas de esas ideas toman forma; otras no se concretan, pero las posibilidades surgen por cientos o miles”, añade. “Así es como las oportunidades, en vez de dejarse pasar, se aprovechan, y así es como vamos forjando nuestro destino en pequeñas ventanas de cinco minutos”.
Pero, ¿cómo conseguir tomar acción en la ventana de los cinco minutos? El experto cuenta cómo los grandes emprendedores del mundo, como Richard Branson o Bill Gates utilizan una sencilla libreta negra para apuntar todas las ideas de negocio que pueden pasar por su mente a lo largo del día.
En el caso de Branson, el emprendedor, protagonista en los últimos meses por el lanzamiento de su proyecto espacial, también utiliza la libreta para identificar nuevas ideas de negocio en su vida diaria. “Las cosas que me molestan y que puedo solucionar son la mejor base para nuevos negocios, porque si a mí me molestan, probablemente a muchas otras personas, también”, ha explicado en alguna ocasión.
Las ideas de negocio desaparecen en cinco minutos, pero triunfan en 10.000 horas
Aunque miles de ideas de negocio pueden desaparecer de tu mente en solo cinco minutos, tomar acción durante ese periodo de tiempo es solo el primer paso para triunfar como emprendedor. En realidad, levantar un negocio es un trabajo muy duro. Lo más probable es que sufras estrés y tengas que completar jornadas de trabajo interminables, sobre todo durante las primeras etapas de tu proyecto.
En este sentido, los grandes emprendedores también han aplicado en sus carreras la “regla de las 10.000 horas”, que defiende que esta es la cantidad de tiempo necesaria para dominar una materia. Eso sí, las 10.000 horas de práctica, experimentación y aprendizaje se tienen que completar en 10 años.
Posteriormente, algunos adaptaron la regla de Ericsson a la de las 5 horas, extraída de la rutina diaria de Benjamín Franklin. Víctor Martín, asesor de emprendedores, escritor y CEO de la agencia de marketing Young Media , la sintetiza de la siguiente manera: “dedicar una hora diaria (o cinco semanales) a la práctica o al aprendizaje deliberado de una materia, empleando ese tiempo para la lectura, la reflexión y la experimentación”. Asegura también que la regla, “puede cambiar tu vida por completo dado que potencia tanto el desarrollo personal como el profesional”. Hay que dice también que no es necesario repartir esa hora diaria exactamente como Víctor Martín recomienda, sino que valdría alternarlas.