¿Dejarías tu trabajo para siempre si pudieras permitírtelo? Es una de las grandes preguntas relacionadas con el mundo laboral, donde las respuestas son tan variadas como interesantes. El debate sobre este tema se ha reavivado gracias a Adrew Formica, CEO de una gran gestora de fondos de inversión, que ha anunciado su retirada tras haber conseguido un colchón de dinero suficiente para vivir sin preocupaciones el resto de su vida.
Formado en el London School of Economics, Formica es el CEO de Jupiter, una gestora de activos valorada en más de 67.000 millones de dólares que cuenta con sede en Londres. A sus 51 años, el directivo ha anunciado que dejará el trabajo el 1 de octubre para regresar a su Australia natal para, literalmente, “tirarme en la playa y no hacer nada”.
Para algunos, la decisión del CEO es la prueba de que el trabajo es solo un mecanismo para poder vivir una vida cómoda y sin ataduras económicas lo antes posible. Para otros, se trata de una opción aburrida, ya que el directivo podría dedicar su tiempo a montar un proyecto que le ilusionara y le mantuviera ocupado. Sin embargo, lo que parece claro es que cada vez más empleados están priorizando su bienestar personal al propio trabajo.
La concepción del trabajo evoluciona después de la pandemia
Esta tendencia puede ejemplificarse de manera perfecta en el proceso conocido como ‘La Gran Renuncia’, un fenómeno que afecta al mercado de trabajo de Estados Unidos y que se ha convertido en uno de los grandes problemas del país después de la pandemia.
Así se ha denominado al fenómeno por el cual varios millones de trabajadores estadounidenses han decidido renunciar a sus puestos de trabajo de manera voluntaria. Solo el pasado mes de noviembre, 4,5 millones de empleados presentaron sus dimisiones, un hito histórico que podría anticipar graves consecuencias.
Uno de los factores claves de la Gran Renuncia es la alta inflación que Estados Unidos ha experimentado en los últimos meses, un problema común en la mayoría de economías occidentales tras el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania. Sumando este hecho a las malas condiciones laborales en determinados sectores, los empleados han optado por renunciar a sus puestos de trabajo buscando mejores términos en otras empresas.
Así, las grandes economías capitalistas están experimentando una grave crisis de talento, que ha dado lugar a una absoluta guerra legislativa entre los gobiernos para conseguir atraer a empleados extranjeros que cubran los puestos de trabajo disponibles en sectores de lo más variados.

Economía YOLO: la nueva moda entre los trabajadores mejor pagados
Aunque con algunos matices, el caso de Andrew Formica también sirve para ilustrar otro fenómeno que marca tendencia entre los ejecutivos mejor pagados: la llamada “economía YOLO”, que en resumidas cuentas significa “solo se vive una vez”.
El concepto YOLO ha saltado a la palestra tras un reportaje de The New York Times en el que se cuentan varias historias de profesionales americanos, sobre todo dedicados a la consultoría o al derecho, que han decidido dejar sus puestos de trabajo en las mejores firmas para poder disfrutar de sus vidas, a pesar de cobrar bastante menos en sus nuevos puestos.
Así, la economía YOLO se suma a otras tendencias como el job hopping, que los trabajadores más jóvenes utilizan para poder disfrutar de un tiempo de ocio de calidad mientras crecen como profesionales. En este caso, suelen cambiar de trabajo cada dos años, buscando mejores salarios y, sobre todo, mejores condiciones laborales que les permitan conciliar su vida personal con la familiar.