Estas son las frases con las que cualquier candidato a desarrollarse profesionalmente en una startup se cierra todas las puertas. Lo dice Yen Nhi, responsable de recursos humanos del buscador Holidu.
Perdona ¿me puedes repetir a qué os dedicabais?
Es evidente que una start-up no es tan conocida como una gran empresa o una marca consolidada. Sin embargo, conviene mostrar que te has familiarizado con el producto y la visión de la empresa, que te identificas con la misión de la start-up y que te entusiasma la idea de ayudar a la empresa a crecer con las ideas que traes y acercarla a su visión de futuro.
No creo que haya tomado nunca la decisión equivocada
Hay mucho que aprender de cualquier fracaso. Admitir que se ha podido tomar la decisión equivocada es una parte más del proceso de mejora. Especialmente en una start-up, que no cuenta con una experiencia de años en el negocio, resulta crucial estar atento y darse cuenta cuando hay algo por mejorar.
Tomo mis decisiones basándome en mi instinto
En una start-up, especialmente en el sector tecnológico, la precisión es un requisito indispensable, ya que cada decisión puede acarrear consecuencias nefastas. Por tanto, tanto las estrategias como los objetivos han de estar basados en el análisis de datos. Tienes que ser capaz de prestar atención a los detalles y tener la motivación necesaria para profundizar en los temas que tratas y analizarlos desde todos los ángulos posibles.
Odio el futbolín
En las start-ups reina un ambiente familiar y desenfadado entre compañeros. Se espera de ellos que pasen tiempo juntos tanto dentro como fuera del trabajo. Un espíritu de equipo fuertemente arraigado es una característica típica de las empresas jóvenes y este sentimiento se fomenta especialmente en eventos como los que realiza cada equipo o, por ejemplo, un torneo de futbolín.
Eso no es mi responsabilidad
En un entorno de trabajo dinámico como son las start-ups, la flexibilidad es imprescindible. Se invita a todos los miembros del equipo a aportar sus propias ideas y a pensar de forma innovadora. Se trata de ir más allá de lo que tienes justo delante, adquiriendo nuevos conocimientos y, cuando haga falta, entrando en ámbitos laborales distintos a los habituales. Cuando la cosa se pone fea, siempre ayudas a tus compañeros, lo cual incluye encargarte de tareas que no son directamente responsabilidad tuya.
Me frusto cuando las cosas no salen como esperaba
Todo el mundo es más feliz cuando sus proyectos salen tal y como estaban planeados. Estructurar el trabajo y establecer una serie de hitos es importante para garantizar el éxito de las tareas a realizar. Sin embargo, no te puedes venir abajo cuando los requisitos del proyecto varían de repente y te das cuenta de que tienes que modificar el plan inicial. En una start-up, las decisiones se tienen que tomar rápido. La motivación y la positividad son cruciales cuando se trabaja en un entorno cambiante.
Prefiero esperar a que me digan lo que tengo que hacer
En una start-up, se cuenta con el compromiso de cada uno de los empleados. Con tu intelecto, tu iniciativa y proactividad deberías ser capaz de involucrarte de forma activa y saber en qué actividades de la empresa aportar tus competencias. Haz uso de tu libertad creativa y propón proyectos a tu equipo en los que te gustaría trabajar. Y no te olvides de solicitar responsabilidad y feedback sobre tu trabajo.
Prefiero evitar las situaciones difíciles
Las start-ups tienen que hacer frente al gran desafío que supone fundar una empresa de éxito a partir de una mera visión. Para lograr buenos resultados, se ven obligadas a fijar metas muy ambiciosas y trabajar duro para alcanzarlas. De igual manera, un empleado no debería evitar aquellas tareas que le resulten difíciles. Cuando se trabaja en un problema complejo, si te sale de manera natural darle vueltas y probar diferentes enfoques hasta dar con la solución, a pesar de que suponga superar barreras y tomar la responsabilidad de lo que pueda suceder, entonces tienes la actitud adecuada para trabajar en una start-up.
Prefiero guardar las formas
En múltiples empresas jóvenes la jerarquía es plana y el trato cercano. Esto se aplica a todos los niveles: desde el director ejecutivo hasta el contable pasando por el director de marketing y los becarios. Esta estructura fomenta la comunicación activa entre empleados y hace que las ideas de todos se escuchen y tengan peso. El trato informal reduce la distancia y fomenta la confianza y la creación de vínculos personales. Ayuda a hacer equipo.