Tras el crecimiento -¿y declive?- del teletrabajo a raíz de la pandemia, así como de la publicación en el BOE de la Ley de Teletrabajo, comienzan a aparecer las primeras sentencias relativas al trabajo en remoto. Así, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha condenado a una empresa por ordenar el traslado forzoso de una empleada, a pesar de que esta podría haber realizado sus funciones desde casa sin problema.
Así, el tribunal considera nulo el traslado forzoso de la trabajadora a una oficina ubicada a 155 kilómetros de su domicilio. El fallo da la razón a la empleada argumentando que, gracias a las nuevas tecnologías, puede realizar todas sus tareas desde casa. Además, la empresa cuenta con un protocolo de teletrabajo, lo que califica la medida como “injustificada”.
La sentencia, novedosa en España, pone de manifiesto la obligación de los emprendedores de justificar un traslado forzoso con argumentos técnicos u organizativos, pero también de demostrar que el trabajo no puede realizarse de la misma forma poniendo a disposición del trabajador los medios tecnológicos necesarios para desempeñar sus funciones desde casa.
Sin embargo, el tribunal ha desestimado la petición de la empleada para recibir una compensación de 5.000 euros de parte de la empresa por daños y perjuicios. Aunque esta decisión podría ser bien distinta en otro caso, ya que “la demandante permanece en ERTE desde el 16 de marzo de 2020, por lo que no cabe calificar como perjuicio derivado del traslado la falta de prestación de servicios, cuando desde aquella fecha el contrato estaba suspendido por causa legal”, explica la sentencia.
El teletrabajo puede quedarse obsoleto muy pronto
Aunque el teletrabajo y las tecnologías utilizadas para trabajar en remoto han sido claves para que muchas empresas no quebraran durante la pandemia, lo cierto es que esta fórmula parece tener los días contados en España. Según los estudios, el teletrabajo cayó un 50% justo un año después del inicio de la crisis del coronavirus, y parece que mantendrá su tendencia bajista en los próximos meses.
Un fenómeno que no se da en las grandes compañías tecnológicas del mundo, donde miles de empleados han alzado el hacha de guerra ante una cercana vuelta a la oficina. Es el caso de Apple, donde sus trabajadores han amenazado con abandonar sus puestos si la compañía dirigida por Tim Cook terminaba implantando su programa de trabajo híbrido.
En este contexto, España se sitúa como uno de los destinos preferidos para los profesionales internacionales, que prefieren pasar una temporada en el país aprovechando el teletrabajo. Algunas localizaciones, como la isla de Tenerife, ya han notado el impulso de este nuevo segmento de clientes, y la Ley de Startups impulsada por el Gobierno no ha obviado la importancia de la atracción de talento extranjero a nuestro país.
Pero, volviendo al ecosistema emprendedor español, ¿cómo será el fin del teletrabajo? Las tendencias apuntan hacia un modelo mixto, el trabajo híbrido, donde los empleados solo acudirán a la oficina algunos días por semana, trabajando desde casa el resto. Esta idea ayudará a cambiar por completo los modelos de oficina tradicionales por espacios más flexibles y pequeños.