Desde la irrupción de la pandemia, nos hemos hartado de escuchar eso de que “el teletrabajo ha venido para quedarse”. Pero parece que no es así. Al menos entre las grandes empresas tecnológicas.
Hace unos días, Zoë Schiffer, editora del portal de noticias tecnológicas Platformer, publicaba un tuit en el que explicaba que Elon Musk, dueño de Twitter y CEO Tesla, envió un correo electrónico a los trabajadores de su red social a las 2:30 de la madrugada, avisando de que “la oficina no es opcional”.
Igualmente, indicaba que Apple está rastreando la asistencia física de sus empleados a través del registro de credenciales y que va a advertir a aquellos que no acudan al centro de trabajo al menos tres veces a la semana.
Asimismo, Mark Zuckerberg, CEO de Meta, matriz de Facebook, publicó el pasado mes de marzo un comunicado en el que compartía algunas afirmaciones que parecen mostrar su preferencia por la asistencia física, apoyándose en los datos de un estudio interno.
“Nuestro análisis inicial de los datos de rendimiento sugiere que los ingenieros que se unieron a Meta en persona y luego se transfirieron a forma remota o permanecieron en persona se desempeñaron mejor en promedio que las personas que se unieron de forma remota”.
Además, añade que “los ingenieros al principio de su carrera se desempeñan mejor en promedio cuando trabajan en persona con compañeros de equipo al menos tres días a la semana”.
Como conclusión, afirma que “aún es más fácil generar confianza en persona y que esas relaciones nos ayudan a trabajar de manera más efectiva”.
Por su parte, Satya Nadella, CEO de Microsoft, advertía hace algunos meses acerca de la denominada “paranoia de la productividad” con el teletrabajo. Explicaba que los jefes continúan pensando que sus empleados rehúyen sus obligaciones laborales cuando trabajan desde casa, aunque dicha sensación no case con la realidad.
¿Y en nuestro país? Parece que el teletrabajo también se va replegando paulatinamente. Según el ‘Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo’, casi la mitad de los teletrabajadores que surgieron por la COVID-19 ya ha vuelto trabajar exclusivamente de modo presencial.
De hecho, ya son siete trimestres consecutivos en el que el número de empleados que trabajan desde casa se reduce. En concreto, en el último trimestre de 2022 había 2,56 millones de personas que trabajaban al menos ocasionalmente de forma remota, un 6,5% menos que un año antes.
De esta forma, la proporción media entre trabajadores en remoto y presenciales en los últimos doce meses se sitúa en el 12,7%, un 1,7% menos que un año antes. Además, es el dato más bajo desde junio de 2020.
Aún así, todavía está muy por encima de los números prepandemia, cuando se contabilizaban 1,64 millones de trabajadores a distancia, cifra que llegó a dispararse hasta los 3,55 millones en el segundo trimestre de 2020, en pleno confinamiento.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que el teletrabajo es un fenómeno que se concentran en núcleos muy concretos: Madrid y Barcelona, así como su área de influencia. Los datos de Adecco desvelan que la Comunidad de Madrid acapara el 23,8% de todos los teletrabajadores del país, con un 15,6% del total de ocupados en toda España. Por su parte, Cataluña tiene el 17,2% de los ocupados nacionales y el 19,3% del total de teletrabajadores del país. Es decir, entre ambas regiones suponen el 43,1% de los trabajadores en remoto.
Cabe destacar que el teletrabajo sigue creciendo en algunas comunidades autónomas, pese a la tendencia a la baja que se registra en el conjunto de España. Éste es el caso de Cantabria (+32,1%) y Navarra (+11,8%) y, en menor medida, del País Vasco (+8,4%) y la Región de Murcia (+6,9%).