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Por qué estas tecnologías no cumplieron con las expectativas que crearon

La televisión 3D, Blue Ray o las Google Glass están ya en el limbo tecnológico.

03/10/2018  Redacción EmprendedoresGestión

Hay otras, sin embargo, que parecen siempre en el purgatorio, a la espera de una purificación definitiva que las haga aptas para el mercado. Guillermo Mas Martínez, responsable de innovación de negocio en Suez Spain http://suez.es/ habla de ello.

“No todos los avances tecnológicos o todas las tecnologías llamadas a revolucionar el mundo han tenido finalmente el recorrido e impacto esperado”, afirma Guillermo Mas Martínez, responsable de innovación de negocio en Suez Spain y cofundador de City Makers, startup dedicada a proyectos de innovación urbana. Fiascos en cuanto a productos tecnológicos recuerda bastantes. Por citar alguno habla de la videoconsola N-gage de Nokia o el Microsoft Zume, lanzado para competir con el Ipod de Apple. A título anecdótico menciona Mas Martínez el caso del Z10 de Blackberry. “El director general de la empresa para la que trabajaba era un enamorado de Blackberry, compró este modelo pero los informáticos de servicios centrales se negaron a darle soporte y aquel Smartphone lleva 4 o 5 años guardado en un cajón”.

Según este ingeniero civil, la mayoría de las tecnologías que conocemos y estamos utilizando en la actualidad coinciden con las que logran superar el ciclo completo diseñado en 1995 por Gartner líder en consultoría e investigación de las tecnologías de la información. Suyo es lo que se conoce como el hype cycle o el ciclo de sobreexpectación del que resulta una representación gráfica que ilustra el estado de las tecnologías más prometedoras conforme avanzan en un ciclo completo de 5 fases.

Las 5 fases de Gartner

La totalidad de las fases del ciclo serían:

1.-Lanzamiento tecnológico: Presentación del producto en el mercado o cualquier otro evento que genere interés y atraiga la presencia en los medios.

2.- Pico de expectativas sobredimensionadas: Ese impacto en los medios genera normalmente un entusiasmo y expectativas iniciales poco realistas. Algunas experiencias se lleven a cabo con éxito, pero hay también muchos fracasos.

3.- Abismo de la desilusión: Las tecnologías entran en esta fase porque no se cumplen esas expectativas levantadas. Estas tecnologías dejan de estar de moda y deja de hablarse tanto del tema.

4.-Pendiente de la iluminación: también denominada ‘rampa de consolidación’. Aunque parezca que esa tecnología ha caído en el olvido, algunas empresas siguen, a través de la «pendiente de la iluminación», experimentando para entender los beneficios que puede proporcionar la aplicación práctica de la tecnología.

5.- Meseta de productividad: Una tecnología llega a la meseta de productividad cuando sus beneficios están ampliamente demostrados y aceptados. La tecnología se vuelve cada vez más estable y evoluciona en segunda y tercera generación. La altura final de la meseta depende de si la tecnología es ampliamente aplicable o sólo beneficia a un nicho de mercado.

Guillermo Mas añade la existencia de una serie de factores que determinan que una tecnología alcance la meseta de productividad entre los que destaca:: la escalabilidad (scalability), la rentabilidad o cost effective; el time to market y el Mainstream adoption que se relaciona con el momento en que esa tecnología se convierte ya de uso generalizado.

Algún fiasco reciente a nivel de consumo

No todos dan credibilidad al círculo de Gartner por juzgarlo poco riguroso desde el punto de vista científico. Sin embargo, a Más Martínez le sirve para referir algunos ejemplos de fiascos tecnológicos más o menos recientes en los que están presentes los factores anteriores y las causas por las que dieron al traste. Los que cita son:

Telefonía Satélite (Iridium): “Una compañía de telefonía vía satélite creada por la entonces todopoderosa Motorola y que en 1999 se declaró en bancarrota tras gastar 5.000 millones de dólares en crear una red de satélites (66 en total) que por diversos motivos (problemas con los terminales, problemas de conexión en lugares con edificios o vehículos en marcha debido a la necesidad de una línea de visión entre el satélite y la antena, etc.), llegó a dar servicio a tan sólo 10.000 suscriptores, y fue reemplazada por la telefonía celular (sin una cobertura global pero mucho más barata)”.

Blue ray: “Probablemente el mejor formato en cuanto a la calidad de sonido e imagen para la reproducción de contenidos audiovisuales y que desde su aparición, allá por el año 2006, generó una batalla entre los grandes players de la industria. Uno de sus principales problemas fue la piratería, que por aquel entonces ya estaba bastante asentada y que era mucho más sencilla con la tecnología HD DVD por lo que a la hora de escoger entre uno u otro tipo de reproductor este formato fue el que acabó llevándose el mercado. Más tarde ha sido la reproducción de contenidos vía streaming la que ha terminado de cerrar la puerta a cualquier posibilidad de resurrección”.

Realidad Aumentada (Google Glass): “Hace aproximadamente 5 años las gafas de Google parecían estar llamadas a convertir al ser humano en una suerte de cyborg, que no podría manejarse por el mundo sin ellas. Por desgracia, tras un período álgido en el que los desarrolladores se afanaron infructuosamente en conseguir aplicaciones que generasen ingresos, cayeron en el olvido. Sin embargo, Google recientemente ha intentado reavivarlas aprovechando los beneficios de la realidad aumentada en un uso industrial (por ejemplo para acceder en realidad aumentada a los mapas de cableado, de miles de metros, cuya disposición es tan compleja como necesaria en los grandes buques y aviones). También desde Snapchat han hecho algún intento de ahondar en un producto similar pero dirigido al público joven y con usos sociales, pero tampoco terminó de despegar.

Televisión 3D: “Probablemente todos recordemos la fiebre del cine, y consecuentemente la televisión 3D. Podríamos decir que tuvo su punto álgido con el estreno de la película Avatar. A las grandes “ventajas” de una experiencia inmersiva, se contraponían el precio y la incomodidad de las gafas, generando una pescadilla que se muerde la cola, no hay espectadores 3D, no se genera contenido 3D. Finalmente, la mayoría de los grandes fabricantes (hablamos de una industria concentrada en estos 4: Samsung, Sony, LG y Philips), han decidido priorizar sus desarrollos en el 4K”

El caso concreto de las smart cities

Pero advierte también Mas Martínez de que no sólo ha habido fracasos en lo que puede considerarse la tecnología de gran consumo. En este sentido aborda una de sus especialidades, las tecnologías smart cities, un concepto que se puso de moda a principios de la década de los 2000 y que, ahora, 20 años después, vuelve a retomarse, algo que este ingeniero razona de la siguiente manera:

“A nivel urbano, el concepto de Smart City, cuyo origen tenía una concepción fuertemente tecnológica, ha ido evolucionando en lo que el Dr. Boyd Cohen, llegó a denominar Las 3 generaciones de las Smart Cities.- explica Guillermo Mas- La primera de ellas es la marcada por la implementación masiva de tecnología y auspiciada por los grandes proveedores globales (Cisco, Microsoft, etc.); la segunda, en la que fueron las administraciones locales las que de alguna forma retomaron las riendas de la ciudad a través de dinámicas top-down, determinaban cuáles debían ser las áreas de actuación y los programas a desarrollar en base a la tecnología existente; y la tercera, la de la co-creación ciudadana, en la que los ciudadanos son partícipes, cuando no instigadores, de nuevos modelos de gestión y uso ciudadano de los recursos y activos disponibles, en lo que también ha venido a denominarse la era de las plataformas, y en la que la tecnología pierde el papel predominante en favor de las dinámicas sociales”.

Los dos principales condicionantes que determinan el uso de la tecnología smart city son, en su opinión, la necesidad de una “detallada comprensión y evaluación de las alternativas tecnológicas” y, en segundo lugar, el hecho de que la inversión requerida para su aplicación y desarrollo “suele ser grande y requerir, por tanto, de largos periodos para su amortización”.

“Todo esto hace que se requiera de una cantidad de tiempo considerable tanto para la evaluación y decisión como para el retorno de la inversión y que en muchas ocasiones la cascada tecnológica deje atrás, por obsolescencia, opciones que podrían haber llegado a tener sentido”.

Redacción Emprendedores