Tecnología que nos viste
Habrá un mercado saturado de aplicaciones para los dispositivos inteligentes que estarán integrados en los entornos laborales y en nuestra vida diaria. Nos permitirán trabajar sin ocuparnos las manos o identificar productos por la calle y comprarlos en tiempo real.
Objetos como las gafas y relojes inteligentes, que llevan poco tiempo en el mercado y son caros, se convertirán en otro producto de consumo masivo, como las tablets.

Herramientas de trabajo. “Tecnologías como las gafas inteligentes nos van a permitir acceder a información teniendo las manos libres. Un médico, por ejemplo, puede estar atendiendo a un paciente en una situación de urgencia mientras accede a su historial o contacta con otras personas en tiempo real a través de sus gafas”, explica Pedro Diezma. “Tienen también aplicaciones en la seguridad, la logística, los seguros, el transporte… Estamos desarrollando productos pensados para el peritaje. Si un perito tiene que tasar una casa, con las gafas puede estar interactuando con la central, tomar fotos, vídeos, haciendo la póliza, todo con las manos libres. En logística, un operario puede estar preparando un pedido con las manos libres y registrándolo con las gafas, escaneando el código de barras. O en retail, el dependiente puede llevar las gafas y mirar sin acercarse al ordenador si queda un producto en stock y hacer el pedido directamente”.
Compra por impulso. Otra ventaja fundamental es la oportunidad de identificar productos en tiempo real y acceder a información útil e incluso realizar la compra, gracias a los nuevos buscadores visuales. Por ejemplo, unos científicos de la Universidad Carlos III de Madrid ha desarrollado una aplicación para Google Glass que permite identificar prendas de ropa y complementos de forma instantánea y comprarla en el momento: Dresscovery.
Ocio y turismo
Se habrá desarrollado el turismo espacial, viajaremos en coches híbridos –que serán ya mayoritarios en el mercado– y viviremos experiencias virtuales sin movernos de casa.
El turismo espacial estará al alcance de unos pocos, pero el mercado se habrá desarrollado mucho más. De hecho, ya existen varias empresas que se los disputan con oferta de vuelos y precios diferenciadas. Virgin Galactic y SXC, y la española Zero2infinity que ofrecerá viajes espaciales en globos de helio.

Realidad aumentada. Será un producto de masas. No es casualidad que Facebook haya comprado las gafas Oculus Rift o que Sony esté deesarrollando su propio prototipo de realizar virtual: Morpheus. Esta tecnología se aplicará primero a vídeojuegos pero la idea es que se extienda a todas las facetas de la vida: en redes sociales permitirían compartir experiencias completas; fuera, desplazarnos a lugares remotos como hemos soñado tantas veces para sentir la sensación de teletransportarnos.
El coche como servicio. Es un concepto que se extenderá mucho más: uso el coche cuando lo necesito. Muchos no comprarán coches o lo harán con otros propietarios, según el observatorio Cetelem. La cultura de intercambiar coches y alojamientos privados estará completamente arraigada y las agencias de viaje tradicionales desaparecerán.
Fabricación 3D
La fabricación aditiva o impresión 3D sustituirá parte de los procesos productivos tradicionales y permitirá enviar productos por email.

Día de hoy es una forma de producción real que está bastante evolucionada. Se está utilizando en todos los sectores: medicina, moldes y matrices, aeronáutica y automoción, arquitectura y topografía, educación… en series cortas y como producción en masa en la fabricación de coronas dentales para implantes, a un coste un 30% inferior al que tenían antes y con el mismo tipo de material. Y General Electric va a empezar a producir piezas de motores con esta tecnología. Con el tiempo llegará a más sectores pero todavía necesita mejorar el tamaño de las máquinas (demasiado pequeñas) y la escalabilidad de las inversiones, que se conseguirá cuando los ratios de producción sean lo suficientemente grandes y se abaraten los equipos”, explica Manuel Antonio García, jefe de la unidad de Fabricación Aditiva de Prodintec, que resume así las ventajas de este tipo de procesos.
Personalización. “Se están utilizando mucho para todo tipo de productos personalizados, maquetas y prototipos. Además, se pueden crear geometrías muy complejas que con otros métodos no son posibles”, comenta.
Ahorro de costes. En lugar de invertir en utillajes empiezas a fabricar sin inversiones fijas. Te evitas la inversión inicial y testas el producto en el mercado. También habrá un abaratamiento del transporte de los productos. Podremos enviarlos vía email a cualquier punto del mundo. Si alguien necesita una pieza para una máquina, envías el diseño y se fabrica en la otra parte cinco minutos después”.
¿Autoconsumo? “Yo creo que falta todavía mucho para llegar a que cada uno tenga su impresora 3D en casa y se haga sus propios productos porque las máquinas son caras y los resultados de estos equipos domésticos son muy bastos”.