Las empresas tecnológicas se están colando en cada rincón de nuestras vidas. Ahora, Apple también quiere meterse en nuestros bolsillos y ya está dando los pasos necesarios para ello.
La compañía fundada por Steve Jobs ha anunciado un acuerdo con Goldman Sachs que le permitirá ofrecer a sus clientes de Estados Unidos cuentas bancarias con un interés del 4,15% anual, muy por encima del rendimiento que ofrecen los bancos, según informa Cinco Días.
Además de tratarse de una oferta muy agresiva, representa un paso adelante y una declaración de intenciones por parte de Apple, que ya había hecho otras incursiones en el ámbito financiero.
Hace años que la compañía incluyó en sus dispositivos la tecnología Apple Pay, su sistema de pagos contactless mediante NFC. Asimismo, cuenta con su propia tarjeta de pago, Apple Card, y dispone del sistema Tap to pay, que permite que los comercios usen un iPhone para realizar cobros, sin necesidad de datáfono, aunque estos dos servicios sólo están disponibles en Estados Unidos.
Sin embargo, el movimiento que acaba de dar va un poco más allá, puesto que no se queda únicamente en los medios de pago, sino que penetra en un producto tradicional y exclusivamente bancario como son cuentas y depósitos.
Hay que señalar que no es la primera tecnológica que entra en este segmento. Hace más de cinco años que Orange lanzó su filial de banca móvil Orange Bank en Francia, que llegaría un par de año más tarde a nuestro país. Sus clientes pueden contratar tanto una cuenta corriente como de ahorro, así como una tarjeta de débito. Y también da acceso a préstamos preconcedidos.
El acuerdo firmado por Apple y Goldman Sachs permite que la manzana mordida opere en el sector financiero salvando una de las principales barreras existentes para la entrada de nuevos operadores. Con esta alianza, no ha de tener la licencia bancaria imprescindible para ofrecer cuentas y depósitos.
Orange sí que dispone de licencia bancaria, gracias a su adquisición de una participación mayoritaria en Groupama Banque. Al tener licencia en Francia, la empresa está habilitada para operar en todo el territorio comunitario.
También se habló hace tiempo del posible interés de Google en el ámbito core del sector bancario. Parecía que todo estaba dispuesto para que la empresa de Mountain View comenzase a ofrecer cuentas corrientes de la mano de Citigroup y una cooperativa de crédito de la universidad de Stanford (Palo Alto, California), tal y como recogía Cinco Días. Sin embargo, esta iniciativa no cristalizó.
Facebook también se planteó la posibilidad de poner en marcha un banco. Y durante años persiguió el sueño de lanzar Lira, una divisa digital con la que aspiraba a convertirse en referente para las transacciones electrónicas.
De hecho, llegó a adquirir licencia como entidad de dinero electrónico por parte de las autoridades irlandesas, que permite realizar determinadas operaciones en territorio europeo, como procesar pagos, emitir dinero electrónico o gestionar billeteras digitales. Google y Amazon también disponen de este tipo de licencia, emitidas por Lituania y Luxemburgo, respectivamente.
Aunque el negocio bancario pueda ser suculento, los beneficios que suelen obtener las entidades financieras son muy inferiores a lo que cosecha una empresa como Apple. Por ejemplo, la compañía californiana logró un beneficio próximo a los 100.000 millones de dólares en 2022. Se trata de la cifra más alta alcanzada por cualquier empresa privada del mundo.
Por su parte, un gran banco como Santander obtuvo un beneficio de 9.605 millones de euros, con un crecimiento del 18% respecto al ejercicio previo. Pese a ser unas cifras nada despreciables, palidecen frente a las cifras que maneja Apple.
Entonces, ¿qué busca la empresa con esta entrada en el sector financiero? La respuesta es sencilla: el control de los datos de millones de usuarios. Los bancos cuentan con ingente información de sus clientes, pero las tecnológicas saben sacar el máximo partido a estos datos. Gracias a su incursión en esta industria, pueden acceder a valiosa información sobre las compras de los clientes, hábitos de pago, etc.
Habrá que ver si Apple u otras empresas tecnológicas son capaces de hacerse con la confianza de los consumidores. Por el momento, en el sector ya contamos con todo un universo de compañías fintech, a mitad de camino entre ambos mundos. Sólo en España, ya hay registradas cerca de 1.000 fintechs activas, tal y como contábamos hace poco en EMPRENDEDORES.