Pensar que el miedo a perder el puesto de trabajo actúa como un instrumento perfecto de motivación forzosa sobre los empleados puede hacer creer a algunos que no es el momento de cuestionarse si son buenos jefes. Nada más lejos de la realidad.
Con plantillas recortadas, a las que se les exige mayores esfuerzos a cambio de menos recompensas económicas y con mercados más competitivos y rápidos que nunca, la capacidad de ilusionar, hacer que la gente siga creyendo en el proyecto, participe y proponga nuevas ideas son más necesarios que nunca. De hecho, las empresas que mejor están haciendo frente a la crisis son las que han convertido el liderazgo y la motivación de su gente en el principal mandamiento en su forma de ser jefes. Tecnológicas de todos los tamaños, desde el gigante Google a la emprendedora Atrápalo, hasta firmas de sectores más tradicionales como Eroski y Gallina Blanca, se sitúan a la cabeza de las organizaciones que han comprendido la necesidad de un cambio.
Como explica Douglas McEncroe, director de la agencia Douglas McEncroe Group y autor del libro Cocinando liderazgo, “en el momento actual las empresas necesitan líderes transformadores, porque el mundo fuera está cambiando mucho. Liderar sólo para seguir haciendo las cosas de la misma manera no funciona. El mundo cambia tan rápido, que una organización cada 10 años tiene que reinventarse”. Y aquí la forma de dirigir a tu gente juega un papel fundamental. “Ahora se necesita un liderazgo más democrático, dejar que la gente asuma más responsabilidad y que piense por sí misma. El líder actual debe limitarse a transmitir a su equipo cuál es la meta y la dirección a seguir y después darle libertad para que encuentre la forma de llegar allí. ¿Por qué? Porque así conseguimos equipos mucho más creativos”, añade McEncroe.
Rapidez, sobre todo
Reinventarse y responder con rapidez a los cambios inesperados. Ésas son las dos claves que marcan la nueva forma de dirigir equipos. Y para eso hace falta el talento de todos los integrantes de una empresa. Sin importar el nivel de responsabilidad. “Antes se buscaban líderes carismáticos, que se vendían mucho ellos mismos, pero se ha visto que estos líderes no han transformado el futuro de las organizaciones. Ahora se buscan líderes transformadores, capaces de crear cambios en las empresas y que dejen equipos formados”, dice Carlos Alemany, consejero delegado de Korn Ferry.
¿Aún funcionas con el halo del fundador?
Esta forma de gestionar equipos es adaptable y necesaria para cualquier empresa, pero las pymes tienen más dificultades para hacerla realidad. “Especialmente cuando todavía están dirigidas por el fundador, que suelen ser personas muy carismáticas o con mucho ego. No es una cuestión de tamaño ni de que sean empresas familiares, sino de protagonismo”, explica Carlos Alemany.
Otro problema añadido es que “durante mucho tiempo el fundador lo ha hecho todo y teme perder el control. Además, los otros tienen más dificultades para verse en paridad, en equipo”, comenta Fernando Iglesias, socio de Evocalia. ¿Cómo evitarlo? Una solución es buscar un gestor externo o socios con los que compartir el liderazgo. Si esto no es posible, “recordar que es una fantasía pensar que lo puedes controlar todo. Además, si gestionas a tus empleados así, terminarán trabajando para ti, para el jefe, en lugar de hacerlo para el mercado”, advierte Iglesias.
Nuevas y viejas habilidades para triunfar ahora![]() Si intentamos hacer un retrato robot de cómo son los jefes que mejores resultados están obteniendo ahora mismo en sus organizaciones, vemos que son personas menos visibles que los líderes de antes. Algunos, incluso tímidos. Muy alejados del jefe carismático que se cree imprescindible. “Es el estilo que puso en práctica en su día Nelson Mandela, demostrando en los 90 que la manera más eficaz de integrar un país y salir adelante era a través de un liderazgo más sereno, más tranquilo, menos de ordeno y mando. Y es el estilo que se impone ahora y que estamos viendo muy bien en el deporte, en Guardiola, en Vicente del Bosque, pero también en empresas como Inditex, con Pablo Isla. Son líderes que podríamos llamar de bajo perfil. Personas que no les gusta aparecer, humildes, pero que por su trabajo, por el éxito que tienen sus empresas, tienen que darse a conocer. Personas que lideran con firmeza, pero no con dureza. Con las ideas muy claras”, explica Juan Carlos Cubeiro, director de Eurotalent. Líderes serenos en mercados caóticos ¿Tienes tu ego controlado? |