Room Mate, el grupo hotelero del emprendedor español Kike Sarasola, está a punto de salvarse después de que su negocio se viera gravemente comprometido durante la pandemia. Así lo destacan algunas informaciones, que apuntan a la entrada de un nuevo inversor de primer nivel a la compañía, que serviría para relanzar el negocio tras una grave crisis.
La salida adelante de Room Mate se habría producido después de una operación múltiple en la que el fondo de inversión Atitlan saldría de la compañía. En el lado opuesto, el fondo Angelo Gordon y Westmont Hospitality Group, uno de los grandes gestores hoteleros del mundo, habrían inyectado una importante suma de capital a la empresa de Kike Sarasola, que se mantendría en la dirección.
La salvación de Room Mate se ha producido en un momento donde la compañía parece estar recuperando sus números previos a la pandemia. El grupo hotelero ha sido uno de los más afectados por los confinamientos y las restricciones de movilidad impuestas en la mayoría de países del mundo en los últimos dos años, y su supervivencia ha estado en la cuerda floja.
Además de la entrada de los dos nuevos inversores, otras operaciones interesantes podrían tener a Room Mate como protagonista en las próximas fechas. Por ejemplo, la salida de Sandra Ortega de su accionariado. La hija mayor del fundador de Inditex posee alrededor del 30% de la compañía, a través de su sociedad, Rosp Corunna, y lleva meses intentando vender el paquete sin éxito.
Kike Sarasola seguirá al frente de Room Mate para recuperar la senda del crecimiento
Además de salvar a la compañía de la quiebra, la entrada de los nuevos inversores a Room Mate no alterará la dirección de la compañía, en manos de Kike Sarasola. El emprendedor español es el presidente y fundador de la empresa, que salió al mercado en el año 2000 para revolucionar el sector hotelero con un modelo muy centrado en la experiencia del cliente.
“Está muy relacionado con mi gran obsesión que es ponerse en la piel del cliente. Esa es la equivocación más recurrente en España: el hotelero se olvida de las necesidades reales del cliente. Cliente no es el que duerme una noche, ésa es una visita. Cliente es el que repite. Hay que prestarle la máxima atención y que todo el negocio gire en torno a satisfacer sus necesidades”, explicaba el propio Sarasola en una entrevista con EMPRENDEDORES.
Ahora, Sarasola deberá reponerse de dos años muy complicados para Room Mate y recuperar la senda del crecimiento, a medida que las restricciones al turismo parecen relajarse en todo el mundo. Todo ello, con un gran reto en el horizonte: Regular la masificación del sector.
Tal y como explicaba el emprendedor antes de la pandemia, “es necesario regular la masificación del turismo, el negocio debe aprender a convivir con la ciudad. El reto es desarrollar ideas que faciliten esa convivencia. Estamos en una etapa “re”, en la que es preciso re-inventarnos, re- novarnos, re-estructurarnos… Ahora mismos vivimos las vacas gordas del turismo y hay que invertir para cuando lleguen las flacas”. Sin duda, un desafío intenso al que Room Mate tendrá que hacer frente.