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¿Deberían preocuparte las relaciones sentimentales que surgen en tu empresa?

Muchas horas de trabajo y proyectos compartidos propician que a veces las relaciones, en principio laborales, trasciendan al ámbito sentimental. ¿Deberías de preocuparte?

12/03/2018  Redacción EmprendedoresGestión

Lo primero sería distinguir entre las relaciones que se establecen entre dos empleados sin compromiso y las que implican algún tipo de infidelidad por una o ambas partes. En este segundo supuesto “las relaciones son las más conflictivas porque son las emocionalmente más inestables que podemos encontrar”, afirma Raquel Gargallo Hueso, coach y sexóloga.

Según Alfredo Fernández Lorenzo, economista y MBA profesor en la Escuela de Organización Industrial (EOI) , “las relaciones sentimentales en el entorno de la oficina, es un tema francamente complejo”. Por eso hay empresas que, aunque no puedan prohibirlas, sí establecen límites. Las más penalizadas son, en opinión del profesor, las que surgen entre jefes y subordinados, entre dos empleados que dependen de un mismo jefe y entre dos trabajadores pertenecientes a distinto nivel jerárquico. También alerta Fernández Lorenzo de que las actuaciones en estos casos “van desde obligar a comunicar a la empresa cualquier relación “estable” que se establezca, a mantener conversaciones para hacer ver los riesgos de la situación y las recomendaciones de actuación, hasta traslados de uno de los implicados a otro departamento. En raras ocasiones se recurre al despido ya que sería una medida muy cuestionable desde el punto de vista de su legalidad”.

No obstante, lo habitual en estas parejas que inician una relación en el trabajo suele ser la ocultación, señala Gargallo. “Empieza como un juego de algo privado o en algunos casos prohibido y esta clase de relaciones tiene un morbo que atrae y que expone a las personas a sentir de una forma más intensa todo lo que puede ocurrir en ellos sin vivir la realidad de lo que esta ocurriendo”.

La opinión de Gargallo es que algunas de estas relaciones que, en principio puede parecer muy pasional y perfecta, “se puede volver muy conflictiva cuando alguno de los dos no quiere seguir, hay problemas entre esas dos personas y acaba perjudicando de una forma u otra a la empresa”. Otros de los riesgos que observa es la posibilidad de que cada uno de los integrantes de la pareja desempeñe distintos cargos de responsabilidad, “un cargo que les enfrente en situaciones donde cada uno tenga que defender en la empresa y tengan que saber manejar situaciones que serian más fáciles si no fueran pareja”.

Por el contrario, Álvaro Tejedor y Laura Almendros, ambos de Psicología y comunicación, entienden que “las relaciones de calidad dentro del trabajo facilitan el eficiente desempeño laboral, previenen las patologías laborales como bournout (quemado), ansiedad o depresión y, además, logran que disminuyan las bajas laborales y el absentismo”. Pese a ello, reconocen que sobrepasar el límite, puede ocasionar efectos contraproducentes para la empresa. “Cuando la carga emocional entre personas aumenta, es más complicado decidir racionalmente”.

Cómo prevenir posibles conflictos

En cualquier caso, y aunque ninguno de los consultados entienda que, a priori, el surgimiento de parejas en el puesto de trabajo deba considerarse un problema, sí que anticipan una serie de medidas preventivas para evitar la aparición de conflictos. Son estas:

-Separar lo profesional de lo personal. A nivel emocional nos puede parecer complicado, pero “es importante tener claro desde el principio ciertos limites”, dice Gargallo.
-Establece normas. En la vida jugamos a desempeñar varios roles, varias máscaras, así que “cuando nos pongamos el uniforme de trabajo y entremos en la oficina lo mejor es cambiar de registro. Juega con tu pareja hasta en esas circunstancias, será un aliciente para la pareja y también para mantener un buen ambiente de trabajo”.
-Comunicación y comprensión. “Fundamental tanto con la pareja como con todos tus compañeros de trabajo para entender reacciones y actitudes frente al amor en el trabajo. Una buena comunicación es básica para expresar todo aquello que queremos transmitir a la hora de separar lo personal de lo profesional”.
-El papel del líder. Según Álvaro Tejedor y Laura Almendros está en manos de la persona que lidera la empresa la posibilidad de sacar partido a la relación en beneficio de la compañía en lugar de verla como algo tóxico. “El líder debe ser sensible a las necesidades de sus trabajadores, interesarse por ellos, fomentando las habilidades de comunicación y la gestión emocional. Poniendo en marcha todos los recursos que tenga para lidiar con los posibles problemas que puedan surgir de las relaciones afectivas/ sexuales y que esto no desemboque en problemáticas laborales”, afirman.

Redacción Emprendedores