En opinión de Alejandro Ruiz Lara, CEO y fundador de Checktobuild, startup que ofrece un servicio autónomo e innovador de inspección en proyectos de construcción e infraestructura, existen varias causas principales por las que se puede disparar el presupuesto inicial que te ofrecen cuando decidas contratar a alguien para hacer una reforma del local.
En resumen, se puede decir que todo va a depender, en gran medida, del control que lleves sobre la obra para evitar posibles desviaciones presupuestarias, pero hay más motivos.
Las causas principales
El primero que menciona Alejandro Ruiz es la ineficiencia de recursos. Con esto hace referencia a los equipos que contratas para hacer la obra y que tanto pueden pecar por exceso como por defecto. Es decir, equipos sobredimensionados en los que
uno trabaja mientras que tres deambulan por la obra sin saber muy bien qué hacer, o, en contraposición, un autónomo con su hijo del que dudas si habrá cumplido la mayoría de edad y cuyas funciones se limitan a auxiliar al padre.
Los retrabajos son otra de las causas principales de las que se nutren los sobresostes. Sucede cuando, una vez ejecutada buena parte de la obra, la empresa de reformas se da cuenta de que se ha cometido un error del que depende la llegada a buen puerto cuando no toda la estructura del edificio. Ello implica deshacer lo ejecutado y reprogramar para volver a empezar después de corregir el error con una nueva planificación.
Los imprevistos. A veces relacionados con los retrabajos, pero no siempre. Surgen cuando, de repente, se aprecia una circunstancia que en un principio pasó desapercibida. Por ejemplo un desnivel en los techos o en las paredes, algo que no siempre se detecta a primera vista pero que luego presenta problemas a la hora de rematar la obra o, por ejemplo, disponer la carpintería. Tuberías que se rompen en el transcurso de la obra, necesidades de aislamiento, desabastecimiento inesperado de materiales….son otras de las muchas causas que entran en este apartado.
No estar encima de la obra. No hace falta estar todo el día metido en el papel del inspector Gadget, pero tampoco conviene que te desentiendas de la obra. César Rivero, influencer en el Real State y especialista en Flipping Houses, recomienda en su libro ‘Método Rivero’: “Cada dos o tres días tendrás que pasarte por la reforma para asegurarte de que todo se está ejecutando según el plan. Piensa que las personas que estén trabajando allí son operarios que no se preocupan por tu inversión. Por lo tanto, si pueden ahorrarse tiempo y esfuerzos, lo harán. Como cualquier hijo de vecino. Así que tu tendrás que permanecer muy atento para asegurarte de que todo transcurre perfectamente y de que tienes la capacidad para superar los imprevistos que aparezcan”.
La demora en los plazos de entrega. Una circunstancia que se da con mayor frecuencia de la deseada aunque se incluya como cláusula en el contrato, si es que que firma. Normalmente, se suele dar un plazo mínimo y un máximo de entrada; para curarnos en salud y evitar disgustos, mejor proyectar sobre el segundo y pensar en un plan B por si acaso.
Claves para elegir la empresa de reformas
En este apartado, los consejos corresponden a César Rivero y son los siguientes:
Reúnete al menos 5 empresas. Antes de decantarte por una empresa determinada compara al menos cinco empresas con sus correspondientes presupuestos. “Busca empresas de reformas en tu ciudad y agenda citas con al menos cinco de esas empresas. Reúnete con ellos con tranquilidad y dedica un tiempo considerable a charlar con cada una para saber qué ha hecho y si encajan en lo que estás buscando…
De las 5, selecciona a 2. “Siempre es bueno tener más de una opción para garantizarse el servicio en el momento en el que lo necesites”
No olvides el tiempo. Es muy importante que te intereses por el tiempo que tardan en realizar las obras y dejarlo por escrito. “Recuerda que en este negocio, el tiempo es oro”, señala Rivero.
No te vayas solo a lo barato. En esta línea, el consejo de Rivero es que trabajes siempre con empresas de verdad y sin apoyar tu decisión solo en el precio. Desde su punto de vista, es preferible la calidad por aquello de que “al final, siempre lo barato sale caro”.
-Firma un contrato de colaboración con las dos empresas que hayas elegido y pacta con ellas de antemano que podrás llamarlas cuando las necesites.
El presupuesto
Lo habitual cuando contratas los servicios de una empresa de reforma es que, en lugar de un precio cerrado, te presenten un presupuesto con una horquilla de precios para prevenir así posibles improvistos. También es normal que te pidan un anticipo del pago, equivalente al 25-30% del presupuesto total. Aceptadas estas premisas, existe luego la posibilidad de que la empresa contratada empiece a bombardearte con recomendaciones no contempladas inicialmente, tipo para ganar espacio, luminosidad, embellecerlo, aislarlo del calor…Está claro que si aceptas alguna de estas propuestas asumes de forma voluntaria el sobrecoste de la obra entendiendo que tu eres la persona que mejor conoce el negocio, las necesidades reales que tienes y el presupuesto de que dispones, así que no te dejes embaucar.
No obstante, señala también Alejandro Ruiz, que no siempre es recomendable mantenerse excesivamente firme en las previsiones porque la falta de flexibilidad puede repercutir luego en una pérdida de calidad.
Asimismo, en obras de cierta envergadura, he empezado a extenderse la fórmula de las certificaciones, es decir dividir el pago total en pequeños fragmentos conforme avanza la obra. Es como pagar la reforma por tramos, aunque no se puede decir que el de las certificaciones sea un método que enamore a las empresas constructoras ni a las de reforma.