Para su presentación oficial en las redes, tuvieron que escribirle en un papel la expresión community manager, ‘palabros’ que no había oído hasta entonces de la misma manera que nunca le habían interesado las redes sociales. Sin embargo, fue suficiente escuchar a su nieto, Pedro Malo, comentar que necesitarían a alguien que gestionase las redes de la empresa, Maximiliana, para que Conchita se ofreciera animosa a desempeñar este rol.
Ni corta ni perezosa, a sus 81 años se abrió cuenta en todas las redes “y me tiré a la piscina sin tener ni idea. Mis chicos son muy buenos haciendo móviles para mayores, pero no sabían qué hacer con las redes, así que decidí ayudarles”, cuenta la community manager con mayor edad de una empresa en España.
En cuanto a los contenidos, Conchita recurre a su propia sabiduría. Tira de “tres libretas gordas” en las que a lo largo de su vida ha ido anotando reflexiones, experiencias, frases bonitas, chistes o, incluso, recetas de cocina. Todo ello lo comparte con sus seguidores en vídeos que, en alguna ocasión, han llegado a superar las 150.000 visualizaciones.
“Yo por ayudar a mis chicos -así se refiere Conchita al equipo de Maximiliana- hago lo que me pidan porque me parece un proyecto muy bonito que evita la soledad de muchas personas mayores”, declara.

El proyecto que nació como un regalo a su abuela
De la idea de negocio de Maximiliana ya se habló en esta web. Se trata de un proyecto zaragozano con el que se dedican a crear y distribuir móviles para personas mayores sin conocimiento digital alguno. La idea original corresponde a Jorge Terreu quien la concibió en plena pandemia pensando en su abuela de 90 años, Maximiliana y las dificultades que tenían entonces para comunicarse con ella.
Destaca la gran autonomía del dispositivo el cual se descuelga y cuelga automáticamente sin que el destinatario tenga que tocar botón alguno para hablar solo con aquellas personas previamente concertadas. La videollamada salta directamente con el volumen al máximo para poder ver y hablar cómodamente. El sistema requiere de la intervención de un tutor, un hijo, familiar u otra persona cercana que es quien se encarga de configurar el nombre del usuario accediendo a través del navegador de Google al sitio de Maxililiana. El tutor tiene acceso a un panel de control en el que puede recibir información como la carga de la batería o la localización exacta del móvil, un servicio muy asequible que puede adquirirse al precio de 29,90 euros, sin limitaciones ni compromiso de permanencia.
Actualmente, Maximiliana la integra un equipo de 8 personas, ronda los 1.000 usuarios -el mayor de ellos con 107 años- y, con 360.000 euros de facturación, es ya una empresa rentable. De cara a 2023, el objetivo es seguir creciendo hasta alcanzar entre 5.000 y 6.000 usuarios y expandir el servicio a otros mercados europeos y latinoamericanos.
A que se cumplan estos retos quiere contribuir Conchita con su magia y sabiduría para hacer crecer una empresa cuya misión principal es “que nuestros mayores, quienes más se merecen los avances de hoy en día, puedan disfrutar de la tecnología de la manera más sencilla posible”.