Producir series para televisión requiere adelantar grandes cantidades de dinero. En 2007-08 tuvimos problemas para que el cliente nos pagara, con lo que nos vimos enfrentados al banco que nos había hecho el préstamo”, recuerda Juan Ángel Gómez, director de Adarve Producciones.
Origen de la crisis: dependencia del cliente
“Lo más habitual es vivir de las televisiones y de las subvenciones, pero con la crisis, han llegado los recortes. No se puede depender de un solo cliente”.
Vía de salida: diversificar
Para salir de un sector en crisis, optaron por cambiar el rumbo del negocio: “Es mejor tener muchos pequeños clientes que uno grande. Si un proyecto pincha, que sólo suponga el 5% de tu facturación”. En lugar de centrarse en TV, han pasado al mundo corporativo.
Clave de la gestión: renovar la cartera
Ante la contracción de la demanda en las producciones audiovisuales clásicas, apostaron por servicios más enfocados al marketing, como los contenidos multimedia interactivos, y decidieron entrar en la realidad aumentada, también con aplicaciones en el mundo de la publicidad y la comunicación con el cliente. Para ello, tuvieron en cuenta la demanda creciente y la inversión mínima de estos servicios “que no han superado los 10.000 euros”.
Resultado: facturación y expectativas
La diversificación de las fuentes de ingresos les ha permitido superar la recesión de 2011. “Sin esas nuevas líneas, habríamos tenido que cerrar”, aclara.