Te contamos lo que están haciendo algunas empresas para abrir su negocio ‘libre’ de Covid
Según Juan Peral, director de ERCER, empresa que se dedica al diseño, construcción e instalaciones, “el compromiso de las empresas por hacer todo lo que esté a su alcance para evitar contagios, tanto entre los trabajadores como el de los clientes, es firme”. Sin embargo, otra de sus observaciones es que, ante una situación sin precedentes como la acaecida con la Covid-19, no existen profesionales que puedan orientar sobre los protocolos más fehacientes a la hora de acometer la desescalada. “Nosotros mismos, con más de 16 años de presencia en el mercado, hemos tenido que aprovechar las semanas de confinamiento para ponernos las pilas y documentarnos sobre estos temas”, asegura.
Así, ante un escenario sin parangón en la memoria colectiva, cada negocio aborda la apertura como puede, ciñéndose a las medidas básicas de protección dictadas por la Organización Mundial de la Salud /OMS) y las autoridades sanitarias: lavarse las manos con mucha frecuencia, cubrirse la boca al toser, mantener un distanciamiento social de, al menos, un metro y evitar tocarse la cara. Después de dos meses hablando de ello, la mayoría de los ciudadanos las tenemos aprendidas e interiorizadas, pero ahora que llega la desescalada, con salidas a la calle y retornos a los puestos de trabajo, parece que hay que hacer algo más. Estas son algunas de las medidas que están tomando las empresas.
Lo básico
El equipamiento de Protección Individual básico, EPIs, recomendable tanto para el personal laboral como para los clientes, contempla, como mínimo, el uso de mascarillas quirúrgicas y guantes de protección, preferentemente de nitrilo o vinilo. Hay quien decide sustituir o reforzar la mascarilla con pantallas protectoras faciales protegiendo así, también, la zona de los ojos. Luego ya, dependiendo de la actividad, se habla de ropa de protección y otros accesorios que se consideren oportunos. Un ejemplo lo encontramos en los profesionales ópticos optometristas a quienes se les recomienda cubrirse con bata quirúrgica para impedir la transferencia de agentes infecciosos. La recomendación general es que todo este material ses desechable y de un solo uso. En su defecto, deberán poder ser desinfectados después de haber sido utilizados.
A esto, gran parte de negocios y establecimientos, han añadido dispensadores con solución hidroalcohólica para la desinfección de manos y guantes y han regado los espacios con servilletas de papel. Es el caso, por ejemplo, de Talent Garden, un espacio de coworking de 4.500 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas y que permanece abierto las 24 horas del día para dar servicio a las empresas más variopintas que se alojan en sus instalaciones.
Control de aforo
Esta es otra de las precauciones que más a rajatabla se ha llevados en los establecimientos abiertos como servicios esenciales. La norma era un empleado, un cliente y, aunque de manera menos estricta, el control del aforo será habitual en los establecimientos y oficinas durante mucho tiempo al objeto de garantizar la distancia de seguridad.
En el caso de Talent Garden, por ejemplo, la persona destinada al puesto de recepción tiene como misión tomar nota del nombre y la hora de todas las personas que acceden al recinto, con el propósito, según informa Sandra Besga, responsable de Marketing del espacio, “de que, en el supuesto de que alguien dé positivo, poder informar a las personas que han estado en contacto con ella”.
Otros con menos recursos han optado por trasladar directamente el mostrador a la puerta de acceso del establecimiento. Así se aseguran que ser solo ellos quienes manipulan los artículos y, desde luego, de que no entre nadie.
Otras medidas de distanciamiento
Además de controlar el flujo de entrada y salida, muchos negocios han recurrido a establecer todo un itinerario señalético a base de calcomanías de colores chillones en el suelo que recuerdan a los clientes la distancia que deben guardar y la dirección en la que deben circular para evitar el cruce de personas el máximo posible. Valen también cintas de colores, cortinillas o cualquier otro recurso visual que recuerde el distanciamiento.
Ya en otros espacios donde la interacción es mayor, se ha optado por instalar mamparas, bien de metacrilato, bien de plástico o un material similar. Esta es la solución a la que han recurrido en Talent Garden donde han dispuesto “mamparas de metacrilato de 1.5mx90 cm, para cuando es necesaria la interconexión, y otras de cartón serigrafiado para separar espacios entre las empresas».
Otros, como Juan Peal, se inclinan más por reorganizar el espacio asegurando la distancia de seguridad que por el recurso de las mamparas, dado que le parece una solución cortoplacista. Peral aboga por una reestructuración definitiva de los puestos de trabajo con miras a convertirlos en espacios saludables y que sirvan para protegernos, no solo de la pandemia actual, sino de cualquier otro virus como, por ejemplo, el de una gripe estacional. En esta línea, defiende también la introducción de mecanismos que automaticen acciones tan sencillas como la apertura y cierre de las puertas, la de las cisternas de descarga, grifería o encendido y apagado de la luz, entre otras. Sería la mejor forma evitar el contacto con aquellas superficies de uso compartido.
Desinfección de espacios
Lo mínimo que se pide a cualquier establecimiento abierto al público es una doble limpieza diaria. En algunos casos, es suficiente con el uso de lejía y jabón, pero en otros la cosa se complica, sobre todo en aquellos espacios que han registrado algún foco de contaminación. Para estos, hay ‘artillería pesada’ entre la que se encuentran los “cañonazos de ozono” que dicen aplicarán en la marca de moda Koker https://kokeronline.com/; sistemas de ionización y de luz ultravioleta. En este sentido, Peral y otros expertos, como María Visa, CEO de MTS Tech y profesora en Enginyeria de Disseny Industrial ELISAVA, hacen un llamamiento a la cautela advirtiendo de que “parece que se ha abierto la caja de Pandora” y se están poniendo en el mercado soluciones que pueden resultar nocivas para la salud.
Reincorporación de los trabajadores
La mayoría de las grandes corporaciones han dispuesto un plan gradual de la reincorporación de los empleados, escalonando la vuelta al puesto de trabajo. En otras se ha flexibilizado el horario de entrada y salida para evitar cuellos de botella en torniquetes y ascensores. Esta estrategia la han seguido, por ejemplo, en BBVA o en Telefónica donde han planteado la vuelta gradual al trabajo en tres fases.
Test de salud y toma de temperatura
Compañías como la aseguradora Mapfre han desarrollado un protocolo sanitario para evaluar de forma individual el riesgo de cada empleado a padecer la enfermedad, antes de su incorporación al puesto de trabajo. También de Repsol se ha hablado de la realización de test a aquellos empleados que se identifiquen como caso activo, probable o en estudio antes de volver a trabajar.
Más precaria, pero que algunos espacios contempla poner en práctica, es la toma de diaria de la temperatura o antes de consentir el acceso de la persona al recinto. La mayoría se decantan por el termómetro de infrarrojos que tantas veces hemos visto en televisión y que miden la temperatura a distancia y en cuestión de segundos. Recordar, en este supuesto, que la Agencia Española de Protección de Datos, se ha pronunciado contraria a su uso.