Obesidad, diabetes… Son algunas de las consecuencias del sedentarismo al que estamos acostumbrados en el entorno laboral, además de una pérdida de productividad. En los últimos años, la proporción de personas obesas se ha disparado hasta el 25%, y se estima que es la principal causa de 131.000 muertes al año. Además, el sobrepreso y la obesidad causan en el mundo muchas más muertes que la desnutrición, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este sentido, el sedentarismo es una de las grandes preocupaciones para la salud pública de cara al futuro, y muchas empresas buscan fórmulas para combatirlo.
Una de ellas es trabajar parte de la jornada de pie. Muchas compañías ya lo están aplicando en sus oficinas y recomendando a sus trabajadores, con resultados bastante llamativos. Según el fabricante de muebles de oficina Ofita, pasar parte de la jornada laboral de pie se traduce en trabajadores un 70% más concentrados y un 35% menos estresados. Además, la productividad aumentaría hasta un 65% si los empleados se mantienen activos durante su horario de trabajo.
Esta idea, sin embargo, no vale para todo el mundo. Dependiendo de las condiciones del trabajador, podría ser contraproducente. “Puede tener desventajas, sobre todo en los casos de aquellas personas que no tienen suficiente actividad física, ya que pueden sufrir sobrecarga muscular. Puede ser contraproducente también para quienes padecen problemas circulatorios, como varices, piernas cansadas o retención de líquido en miembros inferiores”, reconoce Martín López, director comercial de Ofita.
La fórmula de Ofita para mejorar la productividad
En este sentido, desde Ofita insisten en los beneficios para la salud y la productividad de mantenerse activo durante la jornada laboral, algo que no podría sustituirse por el entrenamiento en el gimnasio cuando el empleado sale de trabajar. “Los efectos negativos del excesivo sedentarismo no pueden ser contrarrestados por breves episodios de ejercicio. La respuesta es la combinación de posturas durante la jornada”, afirman.
Por ello, desde la compañía defienden alternar el trabajo sentado con el trabajo de pie en espacios de unos 35 minutos. Con estos tiempos, bastaría para notar los beneficios de esta nueva moda. Además de la productividad, los trabajadores que lo practiquen correrán menos riesgo de sufrir obesidad -por la quema de calorías durante la jornada- y también notarán un aumento significativo de la fuerza en la espalda y la musculatura de sus piernas y glúteos.
“El primer paso es levantarse. El segundo, aprender a levantarse con más frecuencia y el tercero contar con una mesa elevable para trabajar tanto de pie como sentados, en la oficina o en casa”, comenta López en un comunicado de la compañía. Además de esta novedosa idea, fomentar por parte de la empresa otros hábitos saludables como ir al gimnasio o mantener una dieta equilibrada pueden ser un complemento perfecto para mantener a unos trabajadores sanos y contentos, además de productivos…