Cuando la pandemia estalló en el mes de marzo, muchos empleados comenzaron a trabajar desde casa. En concreto, el 34% de los trabajadores adoptaron el teletrabajo, frente al 5% que ya lo practicaba antes de la aparición del coronavirus. En muchos de esos casos, el teletrabajo ha demostrado que el lugar desde el que se hagan las tareas no está reñido con mantener una alta productividad.
Sin embargo, no solo los empleados deben adaptarse al teletrabajo. También los jefes y directivos deben cambiar una parte de sus formas de valorar la productividad para mantener a los trabajadores contentos y concentrados en sus labores. Una mala planificación en este aspecto podría influir de forma muy negativa sobre el rendimiento de los trabajadores, y añadir un estrés adicional a su empleo que puede afectar seriamente a su productividad.
Cómo valorar la productividad de un empleado que teletrabaja
Una de las compañías especializadas en trabajo remoto más grandes del mundo, GitLab, ha publicado un curso gratuito que recoge las mejores técnicas y actitudes para que tus empleados optimicen su productividad mientras trabajan desde casa.
No abusar de Zoom y hacer más caso a los datos. Una de las quejas más frecuentes por parte de los profesionales que utilizan el teletrabajo es el abuso de las videollamadas para realizar reuniones con sus superiores. GitLab recomienda reducir el consumo de estas plataformas y atender más a los datos. Y, en este sentido, el director de control remoto de la multinacional propone definir unos objetivos antes: «Los gerentes deben definir cuáles son las métricas para cada persona, para que puedan mirar hacia atrás y decir: ‘Tengo éxito porque cumplí con esto'».
Realizar un seguimiento de los objetivos. Algunos estudios demuestran que los trabajadores aumentan su productividad si tienen una checklist o unos objetivos marcados. Además, es una forma de trabajo que permite hacer un seguimiento mucho más eficaz por parte de los jefes. Algunas plataformas de chat como Slack pueden ser útiles en este sentido, ya que permiten establecer una lista de objetivos y mantener el contacto con el empleado para realizar un seguimiento de sus tareas en todo momento.
Ajustar los objetivos de forma constante. “Muchas empresas todavía están tratando de alcanzar las métricas que establecieron hace un trimestre, como si el mundo no hubiera cambiado”, comenta Murph. En este sentido, es necesario que los jefes revisen de forma constante la situación de los proyectos para ajustar los objetivos de la forma más eficiente. Aunque pueda parecer una evidencia, lo cierto es que el teletrabajo ha provocado que algunas empresas no sepan adaptarse a realizar los mismos procesos de antes de una forma distinta.
Liderar desde la comunicación. Este punto es una continuación del primero y se refiere a un cambio de paradigma en el concepto de “jefe”. Para Murph, “un administrador en remoto es menos un director a la ofensiva que le dice a la gente qué hacer y más un desbloqueador». En este sentido, es conveniente estar a disposición de los empleados para solucionar dudas, reajustar los objetivos y realizar un seguimiento de forma constante.
¿Y si el trabajador reduce su productividad? Cuando un empleado que teletrabaja reduce su productividad, es necesario hablar con él de manera inmediata. Una videollamada individual puede ser el punto de partida para conocer a qué se debe su bajo rendimiento y encontrar una solución para mejorar. Al trabajar desde casa, la vida personal y laborar están más unidas que nunca, por lo que el jefe también debe tener en cuenta la implicación emocional de sus empleados. Con respecto a las soluciones, existen muchas opciones, como adaptar algunos horarios o buscar la mejor forma de sacar toda la productividad del empleado.