“Cómete esa rana viva a primera hora del día y nada peor te va a ocurrir el resto del tiempo.” Es una cita textual de Robinson Crusoe, la mítica obra literaria del escritor Mark Twain, y que se ha convertido en la base de una nueva teoría sobre la productividad que puede serte de gran utilidad como emprendedor para no procrastinar.
Así, el coach británico Bryan Tracy ha desarrollado el “método de la rana”, una forma sencilla -pero efectiva- para mejorar la productividad en el trabajo. En esencia, consiste en realizar las tareas más complicadas y desagradables -comerse la rana- al principio de la jornada laboral, dejando las más ilusionantes para las últimas horas del día.
“Cuando tienes experiencias, pensamientos y sentimientos positivos, tu cuerpo reacciona liberando endorfinas en tu cerebro. Las endorfinas te hacen sentir feliz, satisfecho y placentero”, explica Tracy. Así, a medida que avanza la jornada y las energías empiezan a escasear, tu motivación no se resentirá (o lo hará menos), mejorando así el nivel de productividad.
“Comenzarás, inconscientemente, a organizar tu vida de tal manera que cada vez comiences y completes tareas más importantes. De hecho, te volverás adicto, en un sentido muy positivo, al éxito y la contribución, ayudándote a ‘comer esa ran’ de la manera más placentera posible”, añade el experto en productividad.
Entre los principales beneficios del método de la rana, destacan eliminar de la lista de tareas las que menos te apetece completar de la manera más rápida posible; el aumento de la productividad durante las últimas horas del día; o mejorar la organización de la jornada laboral, evitando la procrastinación, uno de los grandes problemas para los emprendedores.
Procrastinar, un verdadero freno para la productividad
Uno de los grandes frenos a la productividad al que se enfrentan los emprendedores es postergar sus tareas de manera indefinida. A medida que pasan los meses, no procrastinar es una tarea cada vez más complicada para todos, por lo que hay momentos en los que conviene pararse a pensar y tomar acción para evitar caer en la desidia.
«La euforia de empezar un año nuevo, muchas veces, hace que plantees objetivos irreales y que estos terminen en la lista de pendientes porque, además, no te conducen a ningún lado. Uses la herramienta que uses para ser más productivo, no se ajustará a tu plan si la meta es inalcanzable y da paso procrastinar», afirma Alejandra Duarte, profesional de la productividad y creadora de Productivity School.
Tal y como explica la experta, procrastinar no solo responde a la cuestión «de que no se conozcan o no se tengan habilidades para gestionar el tiempo, sino que puede atribuirse a otras razones, como emociones estancadas, creencias limitantes o patrones que se repiten una y otra vez en la vida. Esta dinámica a menudo empeora porque es una estrategia de autoprotección», afirma. Así, según diferentes estudios, la procrastinación es un fenómeno que afecta al 20% de la población mundial, entre los que se encuentran muchos emprendedores.
Para poner fin a este inmenso freno a la productividad en tu negocio, en este otro artículo de EMPRENDEDORES Duarte explica cinco errores y cinco trucos para dejar de procrastinar como emprendedor este año.