
Para empezar, un dato escalofriante. Según el Informe sobre la Ley 3/2004 de medidas de lucha contra la morosidad y 12 propuestas para la mejora de la legislación antimorosidad, elaborado por el director del Centro de Estudios de Morosología de EAE, Pere J. Brachfield, nada menos que 2.700.000 empresas españolas se ven afectadas por la morosidad y de ellas 300.000 están en verdadero peligro de extinción por el retraso en los pagos.
De hecho, como se desprende del estudio, el impago de facturas está detrás de una de cada tres quiebras que se producen en nuestro país, sobre todo entre las pymes. Una cifra que se amplía a una de cuatro empresas en el entorno de la UE, según reconoce Pavel Gómez del Castillo, portavoz de Crédito y Caución.
Y siguiendo con las estadísticas, el último estudio de Iberinform señala que el 12,1% de las empresas españolas presenta un alto riesgo de no cumplir con sus compromisos de pago a lo largo de 2010.
“Todos los sectores y zonas geográficas sin excepción presentan oportunidades de negocio que no deberíamos dejar pasar y riesgos de impago que no deberíamos correr”, afirma Andrés Ohlsson, director general de Iberinform.

LAS CIFRAS DE LA MOROSIDAD
Aunque los últimos datos publicados hablan de un menor incremento de los impagos empresariales, parece que para el último trimestre del año 2009 se espera una subida.
De hecho, según un estudio de Iberinform, empresa especializada en la gestión del riesgo de impagos y en la valoración de negocios, se prevé que la morosidad crezca a lo largo de 2010 en las empresas de todos los sectores (ver gráfico).
En conjunto, según este informe, el 12,1% de las empresas españolas presenta un alto riesgo de no cumplir con sus compromisos de pago a lo largo de este año. “En términos generales”, apunta este mismo estudio, “las empresas situadas en las zonas costeras presentan una mayor probabilidad de impago durante 2010, que las situadas en el interior. Madrid y Cataluña se sitúan por debajo de la media, con un 9,2% y un 9,6%, respectivamente.
Por sectores de actividad, la construcción presenta los mayores niveles de riesgo (14,9%), muy por encima del resto de sectores. El mejor comportamiento se espera en el sector agrícola (6,4%). Finanzas y energía presentan niveles de riesgo por debajo del 10%”.