España es el país europeo con más peluquerías: una por cada 900 habitantes. Según los datos del Segundo Observatorio del sector de la Peluquería en España de Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética) y MDB Education, actualmente hay 52.000 salones de peluquería en nuestro país. La media de profesionales por salón se sitúa en 2,2 y la mitad de ellos solo cuenta con un empleado.
Trabajan en el sector casi 78.000 profesionales, a los que se suman los que ejercen a domicilio o de manera independiente. Los estudios predominantes son de formación profesional. La gran mayoría de profesionales son mujeres, aunque hay cada vez más hombres, debido también al auge reciente de las barberías. La mitad de los salones de peluquería cuentan con 3 tocadores o menos de 3, y la mayoría prestan entre 200 y 400 servicios al mes. Los servicios más demandados son color y corte, con un ticket medio de gasto entre 16 y 30 euros.
Como podemos observar, es un sector concurrido en el que es necesario diferenciarse por la calidad del servicio a la clientela, compuesta sobre todo por mujeres (60%), en su mayoría entre 26 y 45 años.
Crisis y oportunidades
Al igual que muchos otros, el sector de la peluquería se ha visto profundamente afectado por la pandemia. Se reanudó la actividad con menos aforo y más gastos en productos desechables, desinfectantes y demás medidas anti covid. Pero además con un ‘nuevo cliente’, más sensible al precio, menos fiel y con menor frecuencia de consumo. A esto se suma la reivindicación por parte de un sector que presta ‘servicios esenciales’, pero aplicando el tipo de IVA máximo (21% desde 2012), que encarece el coste para el cliente.
Aun así, no faltan oportunidades de negocio o de crecimiento. Residen principalmente en los servicios complementarios. Actualmente menos de la mitad de los salones de peluquería cuenta con una cabina de estética, mientras que la mayoría revende productos de peluquería que compran directamente a las marcas, de las que también reciben formación, tanto a nivel comercial como en el manejo de los productos. Este tipo de formación y la experiencia convierten a los peluqueros en asesores de belleza ideales, puesto que además cuentan con la confianza y el conocimiento de los clientes, así como con el tiempo necesario para llevar a cabo la venta.
La voz de la experiencia
Francisco González y Alicia Sanz fundaron en 1986 Géminis Estilistas, un conocido centro de estética y peluquería en San Agustín de Guadalix, en la provincia de Madrid. A las personas que quieran emprender en el sector, Francisco González recomienda estudiar muy bien el mercado: ubicación, clientes y competidores. Y para brindar al cliente la mejor experiencia y fidelizarle, nada mejor que la empatía.
Así lo explica: “Los peluqueros somos un poco psicólogos… Sin meternos nunca en temas que pueden resultar polémicos, como por ejemplo la política, tenemos que saber de deportes, de moda o de toros, si eso es lo que interesa a nuestros clientes”. “Además hay que dejar siempre la ‘puerta abierta’ a los clientes que quieran volver con nosotros. El cliente es caprichoso por naturaleza y es normal que quiera probar otros sitios”.
Como muchos otros negocios, ante la caída generalizada de los ingresos en el sector, también Géminis Estilistas se vio en la necesidad de reducir su equipo. “Los clientes vienen a otro ritmo, no hay una continuidad, como antes”. En cualquier caso, este peluquero enamorado de su profesión mira al futuro con optimismo y así la reivindica: “Lo que valora especialmente el cliente es la confianza de saber que se encuentra en buenas manos y que su peluquero es quién sabe conseguir su mejor versión”. Para ello Francisco González destaca la importancia de la formación y de la actualización constante en la profesión. “Hoy en día, gracias a la formación online, ya no hay excusas para no estar a la última sobre cortes, colores y productos, en definitiva, para no quedarse obsoletos”.
Considera también muy importante saber comprar, en calidad y también en cantidad, para no sobrecargar el negocio con demasiado stock de productos. “El peluquero, además de desempeñar su profesión, debe ser dueño de su negocio, que tiene que conocer y saber gestionar desde el punto de vista económico y también administrativo. Sin olvidar las redes sociales, que también necesitan dedicación”.
La clave de la digitalización
Además de las redes sociales (principalmente Instagram y Facebook), la digitalización está cada vez más presente en los salones de peluquería a través de: presencia en Internet, reservas online, programas de gestión, CRM utilizados para enviar recordatorios y propiciar la fidelización e incrementar la frecuencia de las visitas, incluso apps propias… En definitiva, se utilizan cada vez más herramientas de marketing dirigidas a brindar la mejor experiencia de cliente, incluso adelantándola o prolongándola en el tiempo.
Nuestro supuesto: Inversión, Financiación y Balance Inicial
Los dos últimos años han sido muy malos para las peluquerías de la ciudad donde vive Natalia. Varias han cerrado por la limitación de aforo y por la escasez de eventos sociales, además de la peor situación económica de sus clientes y el poso de recelo que aún queda por la pandemia. Ante la sensación de mejora general, Natalia considera que éste puede ser un buen momento para retomar el sueño de tener su propia peluquería, aprovechando sus seis años de experiencia en peluquerías ajenas desaparecidas, el buen recuerdo que se guarda de ella por parte de quienes se pusieron en sus manos y unos ahorros que ha podido reunir.
Precisamente uno de los salones de peluquería en los que Natalia trabajó está en alquiler, por lo que no se requieren permisos. No serán necesarias grandes reformas más allá de adaptar la nueva imagen (pintura, suelos, iluminación), que supondrá un desembolso de 6.000 euros, otros 11.900 para mobiliario y utillaje (sillas, lavacabezas, tocadores, espejos, decoración, toallas, tijeras, peines, pinzas, secadores de pie y de mano, aparato de cera y una lavadora/secadora) y 1.000 euros más para equipos informáticos. Al importe de estas inversiones se ha de añadir el correspondiente pago del IVA.
A ese inmovilizado material se añade el depósito de la fianza (dos meses) y la compra de champús, laca, espuma, tintes, extensiones, cremas y otros productos necesarios en la apertura: se han presupuestado en 3.000 euros + IVA.
Por lo tanto, y contando con un saldo inicial en tesorería para afrontar los primeros gastos, la inversión asciende a un total de 32.000 euros, que serán financiados (24.000 €) con esos ahorros y los 8.000 restantes, con financiación bancaria a 5 años a un tipo del 5%.
Prudente, Natalia prefiere no incluir en sus cálculos posibles subvenciones a las que tiene derecho, por no ser segura la fecha de cobro ni la cuantía definitiva.
Plan Financiero para montar un salón de peluquería: balance inicial
ACTIVO (INVERSIÓN INICIAL) | Importe | PATR. NETO Y PASIVO (FINANCIACIÓN) | Importe | |
ACTIVO NO CORRIENTE (Inmovilizado) | 20.000 | PATRIMONIO NETO Recursos No Exigibles | 24.000 | |
Inmovilizado Material | 18.900 | Capital Promotor | 24.000 | |
Acondicionamiento Local | 6.000 | |||
Mobiliario, Utillaje y Equipos | 11.900 | Aportación en efectivo | 24.000 | |
Equipos Informáticos | 1.000 | |||
Inmovilizado Financiero a LP | 1.100 | Exigible Largo Plazo | 8.000 | |
Fianzas y Depósitos | 1.100 | Préstamo Largo Plazo | 8.000 | |
ACTIVO CORRIENTE («Circulante») | 12.000 | |||
Existencias | 3.000 | |||
H. P. Deudora por IVA Soportado | 4.599 | |||
Tesorería Inicial (Disponible) | 4.401 | |||
ACTIVO TOTAL | 32.000 | PATR. y PASIVO TOTAL | 32.000 |
Nuestro Supuesto: Previsión de Ventas, Gastos y Cuenta de Resultados
Los gastos operativos de alquiler del espacio (550 euros/mes), gastos de publicidad recurrentes, suministros (luz, agua, teléfono, internet y servidor), primas de seguros y prestación de servicios de la gestoría no dependen del importe de las ventas y se estiman en 1.060 euros mensuales, a los que se ha de añadir la cuota de autónomos, que se estima en 60 euros al mes porque Natalia puede acogerse a las medidas que incentivan el emprendimiento. En este apartado de gastos recurrentes no aparece la dotación de amortización del inmovilizado (276 €/mes), que, siendo gasto, no exige salida de tesorería.
Gastos excepcionales por realizarse una única vez y no recurrentes serán la campaña de comunicación de lanzamiento (publicidad offline y online, diseño de web y perfiles en redes sociales), el diseño de logos e imagen corporativa, impresión de flyers, papelería, etc. Se estima en 350 euros para los dos primeros meses, teniendo en cuenta que un familiar diseñará la web.
Sobre los ingresos, los servicios clave son el color (tinte y mechas), el peinado y el corte, especialmente a mujeres. En base a su experiencia en la zona determina que el ticket medio se acerca a los 30 euros IVA incluido, con un coste directo medio del 20% por servicio. Tiene por objetivo ir dando mayor protagonismo a la venta de productos, que aportan un beneficio suplementario a la actividad, aprovechando sus dotes comerciales y capacidad de recomendación.
Con la apertura de martes a sábado por la mañana, espera tener progresivamente un aumento de los clientes desde los 25 servicios por semana hasta los 35, cifra que estima adecuada para trabajar sola, dado el espacio del local y la demanda previsible. En épocas de mayor demanda, como Navidad, la carga de trabajo será mayor y puede ser que necesite ayuda puntual.
Con estos datos, y descontado también el pago de intereses del préstamo y los impuestos, quedaría un beneficio neto para Natalia ligeramente superior a los 10.800 euros, que servirían para compensar tanto su dedicación (trabajadora) como su inversión (socia) durante el primer año.
Una línea de pensamiento positiva es percatarse de que, si logra mantener la cifra de ventas del último mes, durante el segundo año ya se situaría el beneficio neto de Natalia en cifras cercanas a los 21.000 euros.
Plan Financiero para montar un salón de peluquería: cuenta de resultados

