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Plan de negocio para poner en marcha una explotación agrícola

Debido al aumento de la población mundial, la demanda de alimentos está creciendo de forma progresiva entre un 2-3% anual. El cambio climático y la cada vez mayor escasez de ...

18/02/2022  Silvia MazzoliAutónomos

Por suerte, en España nos encontramos en un lugar privilegiado, que cuenta con uno de los activos más cotizados, “la tierra” para la agricultura y con otro de los factores más importantes, un clima propicio para la producción de alimentos. A esto se suman los avances y la innovación tecnológica. 

Apostar por la Agricultura es una decisión inteligente

Lo afirma un experto del sector agrícola, Mario González-Mohíno, Ingeniero Agrícola y Director Técnico de Gestiexplot, consultora de asesoramiento y gestión de explotaciones agrícolas.

La agricultura es un activo fundamental para la vida del planeta. Invertir en agricultura resulta menos obvio que hacerlo en sectores clásicos como el inmobiliario o el tecnológico, pero es un valor seguro, que está atrayendo cada vez más inversiones, por lo que ahora puede ser un buen momento para entrar en el sector. Los consumidores están mucho más dispuestos a adquirir productos con un valor añadido, saludables, sostenibles, ecológicos, aunque ello implique pagar un precio más alto por ellos. De esta forma, muchos negocios agrícolas están optando por nuevos cultivos y formas de producción que aumentan la sostenibilidad, tanto ambiental como económica de los mismos. Otro aliciente para emprender en el campo es la mayor facilidad para conseguir financiación.

Una oportunidad de futuro para las nuevas generaciones

Frente al fenómeno de la España vacía, problemas como el COVID 19 o la dificultad para acceder a un empleo en las grandes ciudades, están llevando de vuelta a los pueblos a un número cada vez mayor de jóvenes. Emprender en una actividad tradicional como la agricultura representa una válida alternativa para conseguir una buena calidad de vida y unos ingresos estables. Además las nuevas políticas europeas pretenden asegurar el relevo generacional en el campo: las ayudas no son la panacea, pero siempre suman. Por exigencia de la Unión Europea, cada 2 años salen nuevas convocatorias de ayudas a través de las comunidades autónomas. Para conocer trámites y requisitos, no solo para optar a este tipo de ayudas, sino también para la profesionalización de una explotación agrícola como entidad empresarial, existen tanto centros públicos (OCA: Oficinas Comarcales Agrarias), como entidades privadas que pueden encargarse de todos los procedimientos.

Los principales retos

Para cumplir con las actuales exigencias de producción, es recomendable llevar a cabo una agricultura muy tecnificada, acorde con las condiciones de suelo y clima, dejando atrás técnicas de cultivo tradicionales que a día de hoy están obsoletas.

También se impone un cambio de mentalidad. Nuestro experto Mario González-Mohíno, que se define como “agricultor digital”, destaca como frente al “hombre de campo” tradicional, los nuevos agricultores son mujeres y hombres bien formados y especializados, que apuestan por las nuevas tecnologías.

Por otro lado, cada vez es más escasa y menos cualificada la mano de obra para trabajar en el campo y mayor la necesidad de formación por parte de todos los actores protagonistas.

Y como en cualquier otro negocio, para recoger los frutos de una inversión, siempre hay que tener paciencia, pero en el sector agrícola con más motivo: la apuesta es segura, pero los resultados llegan a más largo plazo.

Nuevos modelos de producción, nuevas oportunidades

En España la distribución de las tierras cultivadas pertenece en su mayor parte a cultivos extensivos y en particular, los herbáceos se cultivan en secano. La rentabilidad de estos cultivos muestra una tendencia claramente decreciente, dado que los precios percibidos por los agricultores a lo largo de las dos últimas décadas se encuentran estabilizados, al estar condicionados al precio mundial de referencia. Ello ha sido compensado parcialmente por las ayudas establecidas en la Unión Europea en el marco de la PAC, pero hasta ahora cada reforma de la PAC ha supuesto una disminución de este tipo de ayudas. 

Actualmente las opciones más productivas y rentables para nuevos agricultores se enmarcan en los cultivos leñosos. El almendro, el pistacho o el olivar han comenzado a considerarse como especies frutales, con lo que ello conlleva de cara a las prácticas culturales, costes y márgenes. Gracias a la innovación, han aparecido nuevas variedades más productivas – autofértiles, de floración tardía – y nuevos sistemas de cultivo más rentables, como por ejemplo el cultivo en seto.


Nuestro supuesto: inversión inicial y gastos de mantenimiento

Basamos nuestro supuesto en un cultivo que constituye una innovación tecnológica, está generando altas expectativas de rentabilidad y obteniendo buenos resultados ya en sus primeras cosechas: el almendro en seto autoenraizado. Por tratarse de un fruto seco, el almendro cuenta en la actualidad con una demanda sostenida y buenas perspectivas de precios. La posibilidad de su cultivo ecológico lo hace aún más interesante, ya que el valor obtenido por este tipo de producción es el doble que el de un producto convencional.

Los datos a continuación muestran los costes de plantación y los costes anuales de producción (por un total de 59.020 euros) en lo que supondría realizar una plantación de almendro en seto autoenraizado en producción ecológica de 10 hectáreas. En este supuesto no se ha tenido en cuenta el valor de compra de la tierra, ni su eventual coste de arrendamiento, ya que estos varían ampliamente entre las diferentes zonas productoras y usos de la misma.

inversión inicial plantación almendro

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Nuestro supuesto: ingresos y márgenes

En la tabla siguiente se exponen los ingresos y el margen neto del cultivo de almendro autoenraizado en producción ecológica. A falta de datos definitivos, se han considerado de manera muy conservadora producciones medias de 600 kg/ha de almendra grano.

Los datos expuestos de producciones y rentabilidad son orientativos, pero evidencian que el cultivo del almendro en autoenraizado es una alternativa real interesante en secanos frescales y en producción ecológica, con una rentabilidad muy superior a los cultivos tradicionales. Ello es debido a los menores costes de producción, a la completa mecanización de las operaciones de cultivo, a la mayor eficiencia del agua disponible (por su sistema radicular) y de inputs como los tratamientos fitosanitarios y los fertilizantes.

Como en el ejemplo presentado, los nuevos agricultores deberán encontrar su propio camino, teniendo en cuenta que la innovación, el desarrollo de nuevos cultivos y modelos productivos y la mayor inversión en el sector, permiten hoy en día hacer las cosas mejor y de una forma más eficiente.

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