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Pixelon: el fiestón que sacó a la luz una de las mayores estafas de Silicon Valley

La empresa se llamaba Pixelon. Fundada en Estados Unidos en 1998 fue una de las primeras puntocom nacida con la original propuesta de distribuir vídeo de alta calidad a través ...

11/08/2023  Ana DelgadoGestión

Con sede en San Juan Capistrano, California, la puesta de largo de Pixelon se hizo famosa por la delirante fiesta celebrada en Las Vegas bautizada con el nombre de iBASH ’99. Se celebró por todo lo alto el 29 de octubre de 1999, en el MGM Grand Las Vegas, un hotel casino de 30 pisos de alto. Se incluyeron actuaciones de Natalie Cole, Chely Wright, Kiss, LeAnn Rimes, Faith Hill, Dixie Chicks, Tony Bennett…Hasta lo componentes de la banda The Who celebraron un reencuentro. 

Pixelon anunció que iBash sería retransmitida al mundo a través de Internet como una demostración de la innovadora tecnología que habían desarrollado. Pero resultó que la transmisión en directo mostró mensajes de error a miles de personas, y que la mayoría de los que vieron el concierto lo hicieron con el software de transmisión en tiempo real de Microsoft en lugar del de Pixelon. Asimismo, la empresa alquiló una pantalla de Astrovision con el propósito de instalarla en Times Square (Nueva York) para poder mostrar el evento en vivo durante más de ocho horas. No obstante, según algunas fuentes, en la pantalla no apareció nada. Aquello, de lo que hoy se entiende por Netflix, tenía cero.

La fiesta, al final, se puso en 16 millones de dólares. Arranca así el declive vertiginoso de una empresa que llegaba “para desafiar la realidad”, en palabras de su estrafalario fundador, Michael Fenne, y que apenas duró dos años.

El jefe que hacía rezar a los empleados de Pixelon en su despacho

iBash fue producido por la empresa Woody Fraser Productions y presentado en directo por David Spade y Cindy Margolis. Con el tiempo se supo que Pixelon no utilizaba tecnología propia, sino falsas o tergiversadas, igual que se descubrió que el verdadero nombre del fundador no era Michael Fenne sino David Kim Stanley,  un delincuente convicto involucrado en estafas de acciones, prófugo de la justicia y que vivía en la parte trasera de su coche dos años antes de llegar a California.

Como jefe de Pixelon, un artículo escrito por el periodista Dan Goodin y publicado en The Guardian, lo describe más que extravagante. “Arengaba a los trabajadores por megafonía, obligaba al personal a rezar en su despacho”. Otras de las excentricidades a las que alude el periodista británico son que Fenne solía firmar sus correos electrónicos como ‘Gran Cabeza Gigante de Pixelon’;  la exigencia de cobrar con cargo a la cuenta de gastos de la empresa; o exigir a algunos de sus ‘bendecidos’ empleados turnos de 36 horas. Nadie se dio cuenta de lo pintoresco que era, hasta que un colega advirtió su parecido con un famoso estafador huido de la ley.

Sin embargo, lo que más alteró a los inversores fueron los 16 millones de dólares de iBASH ’99 procedentes de una ronda de financiación de 20 millones de dólares. Lee Wiskowski, presidente de Advanced Equities, el banco de inversión de Chicago que había gestionado la financiación, y uno de los directivos de Pixelon, convocó de urgencia al consejo de administración para quitarse del medio a  Stanley.

Dos semanas después, los acreedores presentaron una demanda contra Pixelon por estafa. La compañía aguantó dos años, pero finalmente se declaró quiebra en 2002.

Por su parte, Stanley se entregó a la justicia para dar con sus huesos en la cárcel del condado de Wise, en Virginia. Poco más se ha vuelto a saber de él y habría caído en el olvido de no ser porque la historia de Pixelon se cuenta en la serie ‘El boom de Silicon Valley’ junto a la de Netscape y theglobe.com.