Pasas una hora surfeando por la web, por fin encuentras la cámara de tus sueños y… cuando ya sólo te queda escribir tu número de tarjeta… ¡zas! Te echas atrás. “El principal problema del comercio electrónico es que un porcentaje muy elevado de internautas suspende el proceso de compra en el último minuto, bien porque le resulta complicado o bien porque, directamente, no confía en la web”, explica Estanis Martín de Nicolás, director general de PayPal España, una de las plataformas de pago que más ha crecido en los últimos años. En concreto, de todos los consumidores on line, un 65% compra sólo en sitios que conoce y en los que confía, y otro 65% abandona la cesta de la compra porque no se fía de la transacción, según VeriSign.
Un quebradero de cabeza para las decenas de pymes que cada año se lanzan a la azarosa aventura del comercio electrónico en nuestro país. ¿Qué hacer para asegurar los pagos? ¿Hay que gastarse mucho? ¿Cuáles son los mejores sistemas? ¿Qué certificado me conviene? No hay soluciones mágicas, pero sí un buen puñado de consejos de manos de nuestros expertos.
INFINIDAD DE POSIBILIDADES
Sólo en Estados Unidos y Gran Bretaña hay más de 30 formas de pagar en Internet. La situación española es otro cantar. La forma más común continúa siendo la tarjeta de crédito, usada por el 79,5% de los usuarios, según el último estudio Navegantes en la Red, realizado por la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC). Por otro lado, las plataformas de pago (Paypal, Click&Buy, Moneybookers, Mobipay, SafetPay…) siguen en ascenso. Con un crecimiento de siete puntos en relación al año pasado, se sitúan como segunda opción (35,6%), superando el contrareembolso (22,6%) y las transferencias (21,7%). Sin embargo, el pago a través del móvil no termina de despegar y tan sólo es utilizado por el 1,2%.
De ahí que sea importante avanzar en otras alternativas. “ Los medios de pago en España son todavía insuficientes o por lo menos no están a la altura de lo que se necesita en entornos de gran tráfico y poco margen”, alerta Rodolfo Carpintier, fundador de la incubadora DaD. Para él, los sistemas bancarios “siguen siendo difíciles de implementar, tienen costes muy altos y no disponen de prestaciones suficientes cuando un negocio les hace miles de peticiones a la vez”. Y en cuanto a PayPal, “es demasiado caro para la mayoría de entornos, y en España no tiene aún una utilización masiva”.
A TENER EN CUENTA
Así que, ante la escasez, se deben “utilizar todos los medios que se pueda para facilitar el trabajo al comprador”, aconseja Fernando Aparicio, consultor en comercio electrónico, profesor del IE Business School y ex director de PayPal en España. Lo primero es, según este experto, estudiar si el negocio tiene sentido on line y ver qué plataformas hay en el mercado. “Luego es fundamental aplicar la estrategia, formar al personal…si no, no se tendrá éxito”, matiza Aparicio.
Pero… ¿qué plataformas hay en el mercado? Una de las más económicas proviene de Camerpyme. Su solución Maspyme cuesta, tras los descuentos, alrededor de 1.000 euros al año. También hay otras de Arsys o Acens bastantes completas y con buenos precios: a partir de 50 euros al mes.
Para elegirlas, hay que buscar “que dispongan de una pasarela de pago con las tarjetas más utilizadas, PayPal (que, aunque su comisión es mayor, tiene un menor fraude y es sencilla de instalar), y una certificación como SafetPay o VeriSign”, aconseja José Luis Zimmerman, director general de la Asociación Española de Comercio Electrónico (Aecem) y de la Federación Española de la Economía Digital (Fecemd). Sin embargo, no siempre es fácil. “La pyme llega al banco y a veces éste no le da el servicio, le deniega el TPV virtual (terminal de punto de venta) porque considera que se trata de un sector arriesgado donde hay mucho fraude”, alerta Aparicio. Además, según este experto, si hace unos años los bancos no cobraban los TPV, ahora es cada vez más habitual hacerlo. “No hay una tarifa estándar, hay que negociarlo con la entidad”, añade.