A nadie se le escapa el poder de las gigantes compañías que tienen influencia en todo el mundo. Apple, Facebook, Amazon… Una lista de apenas 50 empresas abarca el 28% de la economía global, lo que demuestra que el mercado se ha convertido en un oligopolio donde unos pocos actores se reparten una gran parte del pastel.
La tecnología es el ámbito de actuación por excelencia de las empresas que forman el oligopolio mundial, pero no son las únicas. La lista también incluye grandes compañías chinas, que han crecido de forma estratosférica en los últimos años para competir de tú a tú con los gigantes del ecosistema emprendedor de Silicon Valley, tal y como afirma un artículo de Magnet.
El oligopolio se ha hecho más significativo a raíz de la pandemia, debido al auge de las grandes tecnológicas desde la aparición del coronavirus, pero es un fenómeno que venía desarrollándose durante los últimos lustros. Tanto es así, que la capitalización bursátil de las 50 compañías más grandes del mundo representa el 28% del PIB mundial, una proporción que, hace 30 años, apenas llegaba al 5%.
El sector tecnológico domina los primeros 21 puestos de la lista, gracias al enorme crecimiento de Google, Apple, Facebook o Amazon en los últimos años. Sin embargo, precisamente esta escalada ha propiciado que las autoridades de varios países pongan el foco en las prácticas monopolísticas de las grandes tecnológicas para evitar que el oligopolio mundial siga creciendo.
Por otro lado, el crecimiento de las empresas chinas ha sido, como mínimo, espectacular durante los últimos años. El número de compañías en el país asiático se ha multiplicado por 12 desde hace 20 años, mientras que, en Estados Unidos, la concentración ha reducido el número de empresas.
Las consecuencias del oligopolio mundial
En muchos casos, puede pensarse que este dominio mundial es fruto del gran trabajo que muchas de las compañías recogidas en la lista han realizado durante los últimos años. Si bien es una premisa indudable, lo cierto es que un oligopolio de semejantes magnitudes puede tener efectos negativos sobre la economía mundial.
El primero de ellos son las condiciones laborales. Muchas de las actividades de estas empresas requieren de poco personal, lo que deja un impacto negativo sobre el empleo. En otros casos, como Amazon o Alibaba, sus modelos incluyen un alto número de trabajadores, pero las condiciones laborales que imponen desde los gigantes del comercio electrónico llevan meses siendo motivo de debate.
Por otro lado, la fiscalidad de las grandes tecnológicas también está siendo un gran problema en los últimos años. Las empresas desvían parte de sus beneficios a sus filiales en paraísos fiscales o países con unas tasas más bajas, lo que repercute de forma directa en las sociedades donde facturan. Este es el caso de España, con unos impuestos más altos que Países Bajos, Irlanda o Luxemburgo.
Además, el oligopolio mundial afecta directamente al resto de emprendedores, que ven cada vez más complicado poder competir en un mercado dominado por solo 50 empresas. Eso, por no hablar de su poder de influencia en las políticas de todo el mundo…