Los grandes destinos turísticos han sido de los más penalizados con la crisis. El consumidor prefiere aplazar los gastos elevados hasta que lleguen tiempos mejores, lo que, unido a la bajada de los carburantes, provoca situaciones como la que te ponemos en el ejemplo: un mismo crucero, con el mismo destino, el mismo número de personas, el mismo camarote y reservado prácticamente en las mismas fechas, este año tiene una rebaja mínima de 600 euros.
En cuanto a los viajes en avión, la consolidación de las líneas low cost en nuestro país y la ampliación de sus rutas han provocado que en los últimos 12 meses sea posible viajar a cualquier rincón de España a muy bajo precio. Si hace un año, ir a Asturias, por ejemplo, rondaba los 75 euros, ahora con las líneas de bajo coste pueden comprarse billetes de ida y vuelta por 30 euros.
Respecto a los precios hoteleros, no en todas las comunidades se ha experimentado un descenso: Galicia, Andalucía y Navarra son las que más han bajado; otras como Melilla, Ceuta o Baleares han subido bastante. Lo que sí se ha notado es un descenso en los precios de los paquetes turísticos: viajes cerrados con estancias, especialmente si las fechas son fuera de temporada. Por ejemplo: Mallorca, seis días, desde Barcelona: 218 euros. En 2008: 260.