Los nuevos hogares representan en conjunto cinco millones (el 12% del gasto anual en consumo) y están dispuestos a invertir un 65% más en la lista de la compra que el resto. Son familias tamaño mini, que viven en minicasas y necesitan todo tipo de artículos de pequeño formato. Como consumidores, son sibaritas, marquistas y poco sensibles a los precios bajos: el 30% de las cosas que compran lo hacen siguiendo el impulso de “me apetecía”. Viajan más, tienen más tiempo para el ocio, siguen más la moda, consumen más cultura…
Para atrapar a este tipo de consumidores, hay que crear productos de alimentación en pequeño formato y que respondan particularmente al concepto de fácil de hacer y comida gourmet y sana, como los aguacates por mitades, en trocitos congelados listos para consumir y guacamoles frescos para tomar como snack que fabrica la malagueña Frutas Montosa; las algas de Conservas Porto-Muiños o los productos gourmet para mascotas de Zoogestión (las cuidan como a un hijo, puesto que salvo los one parents no tienen retoños). También hay oportunidades para comercios especializados en tallas mini (las grandes superficies no apuestan por estos productos porque les resultan menos rentables en sus estanterías) y para restaurantes exóticos, fusiones de culturas (les encanta probar cosas nuevas). Y puesto que comen mucho más fuera de casa, ¿por qué no una tarifa plana para un club de restaurantes?